Tuvieron que realizarle una prueba de ADN al recién nacido para que el responsable admitiera su culpa. Así fue como las autoridades argentinas detuvieron a Osvaldo César Saucedo, de 63 años de edad, quien violó y embarazó a su hijastra cuando ésta tenía 11 años. Por este delito, el abusador recibió la pena mínima de ocho años en prisión.
Los hechos ocurrieron en la ciudad de Posadas, justo en la frontera con Paraguay. En enero de 2014, la víctima fue llevada a una clínica por su madre a causa de una posible infección urinaria. A raíz de los análisis, la doctora halló evidencia de abuso sexual y que la niña tenía 30 semanas de embarazo.
Acto seguido, se levantó la denuncia con la policía. La madre sostuvo que ella sabía desde diciembre de 2013 que su hija estaba embarazada, pero la víctima nunca le reveló la identidad del padre. La señora acusó al novio de la menor, un adolescente de 17 años, que desapareció en cuanto se enteró del embarazo.
De acuerdo a Clarín, la niña sostuvo la versión de la madre, pero luego responsabilizó al hermano de su padrastro. El bebé nació el 24 de marzo de 2014. Fue entonces que las autoridades ordenaron que se realizara una prueba de ADN. Los resultados arrojaron que el culpable no era el hermano de su padrastro, sino el mismo padrastro.
La pareja de la madre fue detenida y el fiscal le hizo una propuesta de juicio abrevado si se declaraba culpable. A cambio, el señor Saucedo tendría que cumplir una condena de 8 años en prisión, la pena mínima por el delito que se le imputaba (de haberse realizado un juicio oral, la sentencia podría haber sido de 20 años).
