En redes sociales se difundió el increíble video viral de un oso negro que se acerca a la mesa de un grupo de excursionistas. Pero en lugar de reaccionar con pánico, los jóvenes permiten que el oso comparta su mesa y hasta le preparan un sándwich de crema de maní.
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El peculiar encuentro tuvo lugar en las cabañas de un parque natural del estado de Maryland (Estados Unidos). Las imágenes fueron compartidas esta semana a través de TikTok por una joven de nombre Kaitlyn Nesbit.
“Esta era la cabaña de un amigo y dijeron que el oso siempre está cerca y nunca realmente los molesta”, dijo Nesbit a los medios. “Algunos de nuestro grupo están acostumbrados a estar en la naturaleza, así que nos dijeron que no hiciéramos movimientos bruscos y que nos quedáramos donde estábamos.”
“La mayoría de nosotros estábamos muertos de miedo y filmamos desde la cubierta, pero los valientes probaron su suerte”.
Aquellos valientes aprovecharon la oportunidad para prepararle un emparedado a la osa y tomarse unas selfies con ella, una extraña reacción que también se manifestó cuando un oso se acercó a unas excursionistas en Monterrey hace un mes.
Mira el video en seguida:
Nothing to see here, just having a casual picnic @stooloutdoors (via ig:am_mrs.nesbit) pic.twitter.com/oAZF7lXZ4y
— Barstool Sports (@barstoolsports) August 11, 2020
Según Nesbit, la osa comió un poco más de pan y luego se marchó sin que hubiera más sorpresas.
El video se ha vuelto viral en redes sociales y muchos se ríen ante el aspecto casual de la escena. Pero otros usuarios criticaron la actitud irresponsable del grupo.
Las autoridades locales indicaron que alimentar a los osos y a otros ejemplares de vida silvestre es ilegal:
“Ver osos puede ser muy divertido. Sin embargo, tener un oso en el campamento puede generar problemas que persistirán mucho después de que te hayas ido a casa. Si un problema se agrava, su seguridad y la del oso pueden verse comprometidas.”
El problema es que los osos se pueden acostumbrar a que la gente los alimente, y aunque puedan parecer amistosos, un movimiento brusco puede terminar en una tragedia. Si un oso adquiere esa costumbre, los guardabosques tienen que capturarlo para luego sacrificarlo.
Lo mejor es no permitir que los animales se acerquen y ahuyentarlos con ruidos fuertes como cacerolazos.
