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SALUD

¿Por qué subimos de peso con más facilidad con el paso de los años?

En la medida en que envejecemos, perder esos kilos de más se vuelva más difícil

Es de lo más común que una persona que fue esbelta durante toda su juventud llegue a los 40 o 50 años con varios kilos de más. La llamada “panza chelera” o “la barriga de la mediana edad” refleja una cruel realidad sobre el paso de los años: ganamos peso con facilidad a la vez que envejecemos pero también nos cuesta más trabajo recuperar la figura de cuando teníamos 20. ¿A que se debe esto?

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Mantener o variar el peso corporal depende del balance entre la energía que ingresamos con los alimentos y bebidas, y la energía que gastamos en mantener las funciones vitales básicas (gasto energético basal), así como en realizar la digestión de los alimentos y con la actividad física que hacemos.

“Si con el paso de los años no reducimos nuestra ingesta calórica o no aumentamos nuestra actividad física existirá un aumento de peso gradual,” advierte en este sentido el doctor Francisco J. Tinahones, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).

“Por ejemplo un sujeto que con 30 años come de una forma y hace una determinada actividad física y no engorda, si con 55 años sigue con sus mismos hábitos de forma idéntica aumentará de peso”.

En una entrevista con Infosalus, el investigador explica que nuestro gasto diario de energía se reduce entre un 5 y 10 por ciento cada década que envejecemos. En otras palabras, a partir de los 30 empezamos a perder masa muscular de forma natural, así como nuestro consumo energético.

“Esto ocurre por muchos motivos, entre ellos que reducimos la actividad física y que disminuye nuestra cantidad de músculo. Esto hace también que se gaste menos energía. Por otro lado, a medida que nos hacemos mayores se produce una disminución significativa de muchas hormonas, incluyendo la hormona del crecimiento, los estrógenos, la progesterona, la testosterona y las hormonas tiroideas que también favorece la obesidad”, mantiene el experto.

Es una cuestión de consumo de energía

Desde la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) añaden en este punto que el gasto energético a la hora de realizar las funciones básicas del organismo depende de diversos factores, entre los que está la edad:

“Una vez que cesa el crecimiento, el gasto energético en reposo disminuye aproximadamente un 5% por cada década y, a partir de los 50 años, aproximadamente un 10% por cada década. Por lo tanto, cuando se es mas joven, es mas fácil perder peso porque nuestro gasto energético en reposo es mayor”.

A partir de la madurez, la entidad científica dice que el consumo de energía basal (gasto energético en reposo) por parte del cuerpo disminuye y, por tanto, consumiendo la misma cantidad de alimento (las mismas calorías) se tiene una mayor tendencia al almacenamiento. “Este descenso del gasto de energía se relaciona con distintos factores metabólicos y hormonales que son variables en función del sexo”, apostilla.

Afecta más a las mujeres

La SEEN también hace referencia al papel de las hormonas sexuales, que incrementan el gasto energético en reposo y, en concreto, más los andrógenos que los estrógenos.

“Por ello, un varón de una determinada edad, altura y peso tiene en torno a un 10% mas de gasto energético en reposo que una mujer de la misma edad, altura y peso. Cuando se produce un déficit de hormonas sexuales, como en la menopausia, pero también en varones por la edad o tras algunos tratamientos (por ejemplo, para el cáncer de próstata), disminuye el gasto energético en reposo y es mas probable que el balance energético sea positivo y se gane peso si no se modifican los hábitos de alimentación y de actividad física”, agrega.

Por otro lado, mantiene que al aumentar la edad, el deterioro que se produce a nivel músculo-esquelético y el aumento de los hábitos sedentarios pueden dar lugar a una disminución paulatina de la actividad física, lo que produce un menor gasto de energía. “No olvidemos también que, a veces, el paso de los años produce alteraciones o enfermedades que limitan la realización de ejercicio físico”, avisa.

Sobre por qué con la edad es también más difícil quitarnos esos kilos de más, el doctor Tinahones sostiene que al gastar menos calorías tendremos que hacer dietas más restrictivas para perder peso que cuando éramos jóvenes.

“Una dieta de 1,500 kilocalorías puede provocar un descenso de peso de 4-5 kilos en un mes en un sujeto de 20 años. El descenso es bastante menor en ese mismo sujeto con 50 años, ya que la energía que gasta su organismo es muy inferior con 50 años. Pero en clínica vemos cómo sujetos con edades avanzadas, si se lo toman en serio, consiguen también pérdidas de peso obstensible, pero cuesta más trabajo sin duda”, reconoce el presidente de la SEEDO.

Con información de Infosalus/Ediziones.