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CIENCIA Y TECNOLOGíA

Nuestra galaxia ‘murió’ hace millones de años

La Vía Láctea, la galaxia donde se encuentra la Tierra, detuvo abruptamente su formación de nuevas estrellas hace muchos millones de años. Posteriormente tuvo una ‘segunda vida’ y en uno de sus brazos se formó nuestro planeta, según lo plantearon investigadores de la Universidad de Tohoku, de Japón, en un estudio publicado en la revista científica Nature.

Las dos eras de la Vía Láctea

Nuestra galaxia ha evolucionado a lo largo de un periodo inimaginablemente largo, 10 mil millones de años, según estima Masafumi Noguchi. En un punto de este periodo hubo una “acumulación de flujo en frío”, la recolección de gas circundante hecha por una galaxia durante su formación, de acuerdo con Avishai Dekel y sus colegas de la Universidad Hebrea.

Dicho de otro modo, hubo una larga etapa latente en el que cesó la formación estelar en la Vía Láctea. Se llegó a esta conclusión con base en las distintas composiciones gaseosas de las estrellas de la galaxia.

Según Noguchi, las primeras estrellas se formaron hace 10 mil millones de años, cuando los gases fríos se precipitaban hacia la Vía Láctea. 3 mil años después se produjeron ondas de choque que calentaron los gases, por lo que estos dejaron de fluir hacia la Vía Láctea y las estrellas dejaron de formarse.

Las supernovas inyectaron hierro al gas de la Vía Láctea, este se enfrío y 2 mil millones de años más tarde inició la segunda generación de estrellas, entre las cuales se encuentra nuestro Sol.

De modo que la primera generación de estrellas contiene oxígeno, magnesio y silicio; mientras que en la segunda hay una enorme cantidad de hierro.

Andrómeda, nuestra galaxia vecina, pasó por un proceso similar, de acuerdo con Benjamin Williams, de la Universidad de Washington, y otros investigadores.

Choque de galaxias

Dentro de 4 mil millones de años, la Vía Láctea colisionará con la galaxia de Andrómeda, según información de Muy Interesante. Por suerte, habrá pocos choques entre estrellas y es posible que el Sol y el resto del Sistema Solar sobreviva el proceso, aunque lo más probable es que, para entonces, la humanidad ya no exista para contarlo.

Vía Muy Interesante