Inicio  /  Historias
CIENCIA Y TECNOLOGíA

No hay motivo de alarma por el posible impacto de un asteroide: astrónomo de la UNAM

La probabilidad de que este asteroide haga impacto en la Tierra es de 1 en 20 mil

En los últimos días se han divulgado varias notas en redes sociales con tonos alarmistas sobre el posible impacto de un asteroide contra el planeta Tierra. Se trata de 2006 QV89, un asteroide que mide cerca de 40 metros de diámetro.

Te recomendamos: ¿Un asteroide impactará la Tierra? Científicos analizan la posibilidad

La temida colisión podría ocurrir en la segunda semana de septiembre de este año, cuando el astro choque contra la Tierra a 44 mil kilómetros por hora.

Si esto llegara a ocurrir, la fuerza de la devastación sería similar a la que se registró en 1908 en Siberia. Aquel impacto arrasó con una superficie de 2 mil kilómetros cuadrados, equivalente a un disco de 50 kilómetros de diámetro, y derribó 80 millones de árboles de la taiga.

Pero para que esto ocurra estaríamos hablando de una probabilidad de 1 en 20 mil, según datos arrojados por la Escala de Palermo, explica el doctor Mauricio Reyes, del Instituto de Astronomía de la UNAM.

Básicamente todos los asteroides tienen una cierta incertidumbre al determinar su posición, además de errores en la forma en la que se calcula su trayectoria, y precisamente por esto, para algunos objetos no es posible descartar categóricamente que puedan llegar a chocar con la Tierra, sin embargo, yo no diría que hay que alarmarse.

La Escala Técnica de Amenaza de Impacto de Palermo es una herramienta que mide el riesgo que representa un objeto próximo a la Tierra, de acuerdo a la probabilidad de un impacto y el daño que podría provocar por su energía.

No hay ningún plan en marcha para interceptar este asteroide. Hay proyectos o iniciativas en diferentes grados de desarrollo para el futuro, pero no se están echando a andar para 2006 QV89.

Aseguró el doctor Reyes a National Geographic, indicando que la preocupación de la comunidad científica es mínima, aunque matemáticamente no se pueda descartar un desastre.