De niño, participó en protestas junto con otros menores; ahora, tiene 18 años de edad y podría ser ejecutado.
Todo comenzó con una imagen inocente: un grupo de niños reunidos en una calle para andar en bicicleta. Sin embargo, se trata de una expresión de disidencia en la Provincia Oriental de Arabia Saudita durante la Primavera Árabe de 2011. Al centro del “contingente” iba Murtaja Qureiris, quien en aquel entonces tenía 10 años; él levanta su megáfono para gritar
¡La gente exige derechos humanos!”.
Tres años después, Qureiris viajaba con su familia a Bahrein cuando fue detenido por las autoridades fronterizas de Arabia Saudita. Ahora, es el preso político más joven de su país.
A los 18 años, tras cuatro años de prisión preventiva, el joven enfrenta la pena de muerte.
Las autoridades de Arabia Saudita acusan a Qureiris de pertenecer a un grupo extremista en el que construyó cócteles molotov, disparó a fuerzas de seguridad y marchó en el funeral de su hermano, en 2011.
El joven negó dichas acusaciones y aseguró que las confesiones en las que se basó la Fiscalía fueron obtenidas por medio de coacción.
Con información de CNN en Español
