Inicio  /  Historias
CRIMEN Y SEGURIDAD

¿Saldrá libre Javier Duarte?

Hace ya cierto tiempo, Duarte dio una conferencia de prensa como gobernador de Veracruz. En ese momento, ese era el estado más peligroso para ejercer el periodismo y Duarte tuvo el enorme tacto de regañar a los periodistas presente. De ahí salió el famoso “pórtense bien” que dio un signo ominoso sobre el mandato del priista:

“Pórtense bien, por favor, se los pido. Vienen tiempos difíciles. Vamos a sacudir el árbol y se van a caer muchas manzanas podridas.”

Ahora, casi dos años exactos después de su declaración, parece que el árbol se sacudió… y cayó una gran manzana podrida.

Duarte fue detenido en Guatemala y, poco tiempo después, fue extraditado para enfrentar su proceso en México.

Sin embargo, después de la primera audiencia del ex gobernador, se declaró una suspensión a dos de las órdenes de aprehensión que existen en su contra. Esto ha causado revuelo en la prensa y en la opinión pública.

¿Pero qué quiere decir esta suspensión?

¿Saldrá libre Javier Duarte?

Las acusaciones contra Duarte:

Desde el 2013, existen denuncias contra Duarte, pero la PGR tardó 25 meses en hacer las diligencias necesarias para llegar a una orden de aprehensión. Antes de eso, en 2012, hubo movimientos sospechosos de dinero en efectivo y problemas por falta de pagos con la Universidad Veracruzana.

Cuando, finalmente, parecía que las investigaciones de la PGR llegaban a algo, Duarte decidió tomar licencia de su cargo. En la última entrevista que se le hizo -en el noticiario de Carlos Loret de Mola- dijo que, de ninguna manera, huiría del país. De hecho, Duarte insistió en que pedía licencia para poder afrontar de la mejor manera las acusaciones que ya pesaban en su contra.

En octubre del año pasado, se giraron las primeras órdenes de aprehensión contra el ex gobernador. Actualmente existen tres órdenes de aprehensión: la primera fue girada por el Juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio del Centro de Justicia Penal Federal en la Ciudad de México; las otras dos fueron giradas por el Juez de Control del Juzgado de Proceso y de Procedimiento Penal Oral de Xalapa, Veracruz.

La primera orden de aprehensión fue, entonces, girada por un juez federal y corresponde a los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Las otras dos fueron otorgadas por un juez local y se refieren a cinco delitos: abuso de autoridad, tráfico de influencias, coalición, peculado e incumplimiento del deber legal.

Javier Duarte fue extraditado gracias a la primera orden de aprehensión proveniente de un juez federal y ahora deberá enfrentarse a todas las acusaciones en su contra… además de todas las nuevas acusaciones que pueden surgir durante el proceso.

¿Cómo se está juzgando a Duarte?

Cuando Javier Duarte aceptó ser extraditado se inició un proceso. En este proceso, Duarte será juzgado según el nuevo sistema penal acusatorio. Eso quiere decir que tendrá que enfrentar un juicio frente a un Juez Federal en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.

La semana pasada, Duarte pasó por la primera audiencia presidida por el juez de control adscrito al Palacio de Justicia Federal en el Reclusorio Norte, Gerardo Moreno García. Ahí la Procuraduría General de la República (PGR) presentó el caso y las acusaciones que pesan sobre el ex gobernador.

En las próximas semanas, si se confirma que no hay ningún tipo de irregularidad y se entabla la audiencia por los cargos federales que pesan sobre el Duarte -agendada para el sábado-, empezará un periodo de investigación complementaria que puede tomar hasta seis meses y en el que la fiscalía tendrá que reunir pruebas.

En este punto, si Duarte se declara culpable, podría dictarse sentencia sin empezar un juicio oral completo. De lo contrario, empezará un juicio oral completo que puede tomar, también, varios meses.

¿Qué quiere decir la suspensión de las órdenes de aprehensión?

La semana pasada, al llegar de Guatemala, Javier Duarte sostuvo su primera audiencia. Después del encuentro de cinco horas en el que la PGR presentó las acusaciones en su contra, su equipo de abogados presentó un amparo.

El resultado de este amparo fue que la Juez Primero de Distrito en Amparo Penal de la Ciudad de México aceptara una demanda de garantías y, después del pago de 6 mil pesos de multa, le concediera la suspensión provisional de dos órdenes de aprehensión al ex gobernador.

Esto quiere decir que tendrá que haber otra audiencia, el próximo 26 de julio, para analizar si ese amparo procede y si se concede la suspensión definitiva de las órdenes de aprehensión. Mientras tanto, es importante precisar que la suspensión sólo concierne a las órdenes de aprehensión que fueron giradas por un juez local en Xalapa por delitos del fuero común (abuso de autoridad, tráfico de influencias, coalición, peculado e incumplimiento del deber legal).

¿Eso quiere decir que saldrá libre Duarte?

No. Incluso si se acepta la suspensión definitiva de esas dos órdenes de aprehensión en contra de Javier Duarte hay que recordar que todavía pende sobre el ex gobernador una orden de aprehensión de orden federal.

Las suspensiones que están tratando de conseguir los abogados de Duarte portan sobre delitos del fuero común y no son de la misma gravedad que la otra orden de aprehensión que porta sobre delitos más graves (delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita) y que fue emitida por un juez federal.

Entonces, ¿no hay posibilidad de que Duarte quede libre?

Tampoco podemos ser tan optimistas. Primero que nada, Duarte tiene un equipo de abogados prestigioso encabezado por Marco Antonio del Toro, cabeza del despacho fincado en Guadalajara, del Toro Carazo. Este bufete es de los más prestigiosos del país y tiene una larga lista de clientes poderosos.

Nada más para dar un panorama de sus litigios, del Toro Carazo ha defendido al ex presidente Vicente Fox, a la ex líder sindical Elba Esther Gordillo, al ex líder minero Napoleón Gómez Urrutia, a la directiva del equipo de futbol Atlas de Guadalajara, a Alejandro Fernández y un largo etcétera. Por decirlo en pocas palabras, el equipo de del Toro Carazo es lo mejor que el dinero puede pagar y lo precede una importante fama creada salvándole el pellejo a ricos y poderosos.

También parece desalentador que del Toro haya puesto en un lugar difícil a la PGR en la primera audiencia. En esa audiencia se tomó tanto tiempo porque Duarte y sus abogados cuestionaron, en más de veinte ocasiones, las acusaciones de la fiscalía. Y los agentes del Ministerio Público Martha Ramos Castillo, Nelly Magaly Alvarado y Pedro Guevara Pérez que representaban a la PGR no supieron responder inmediatamente a las preguntas. Además, el juez Gerardo Moreno intervino con bastante estridencia, según se relata, en el desarrollo de la audiencia.

Según el reporte de Arturo Angel para Animal Político, Duarte pidió explicaciones con lujo de detalle sobre la fecha de compra de 20 parcelas ejidales. También preguntó quiénes eran los dueños originales de esas tierras. Como respuesta, los fiscales se tardaron más de una hora en encontrar y dar los datos.

Pero esa no fue la única torpeza de los representantes de la PGR.

Los agentes del MP cayeron en tantas incoherencias que el juez tuvo que amonestarlos. En algún momento, al parecer, el juez Moreno García, dijo:

“Cuando libré la orden de aprehensión (en octubre de 2016), los fiscales que vinieron a exponer aquí el caso me proporcionaron datos de tres parcelas ejidales que ahora no corresponden con lo aquí planteado, No puedo fingir que no conozco ese dato. Los señalamientos de la PGR exhiben incongruencia”

También, al parecer, la fiscalía acusó a Duarte de desvío de fondos por más de 400 millones de pesos. Sin embargo, en el momento de la audiencia sólo pudieron presentar documentos que acreditaban el desvío de 38 millones; es decir, que solo comprobaron el 10% de la suma acusatoria. El juez consideró también estos errores como incongruencias de la parte acusatoria.

Como bien señala Animal Político, hubo además una ausencia en esta audiencia. Durante el juicio, a cargo del mismo juez, de Nadia y Eva Arzate Peralta, asociadas de Javier Duarte, hubo un representante de la Unidad de inteligencia Financiera de Hacienda. Y esta ausencia se hizo notar en la audiencia de Duarte: la fiscalía estaba mal preparada y el juez lo notó:

“Es la primera vez que yo los veo a ustedes. En este caso ya los conozco, pues también vinculé y sentencié a dos personas detenidas con anterioridad. La defensa ha hecho preguntas muy simples, y ustedes no pueden forzar las respuestas. Es evidente la dificultad para encontrar los datos que les están siendo requeridos. No sé si es por la carga de trabajo que tienen y llevan varios casos, pero eso no es culpa del presentado ni sus abogados”

Este tipo de omisiones por parte de la fiscalía parece ser algo preocupante. Porque, como ya vimos, la defensa de Duarte está muy bien preparada y encontrará cualquier resquicio en las acusaciones contra el ex gobernante para tratar de liberarlo. Sin embargo, no podemos adelantar nada hasta que no tengamos el resultado de la audiencia del sábado en donde se discute la vinculación a proceso del ex gobernador. Ahí se sabrá, verdaderamente, la consistencia de la acusación de la PGR e iniciará el proceso formal de investigación contra Javier Duarte.

La sociedad mexicana está intranquila, porque no es la primera vez que instancias gubernamentales ensucian un proceso acusatorio y comprometen el proceso en contra de un acusado. Por los malos manejos de la AFI y el Secretario Genaro García Luna pasó el escándalo de Florence Cassez y la supuesta banda de secuestradores, los Zodiacos. De igual manera, por numerosas fallas en los procedimientos de la PGR, han salido innumerables detenidos con el nuevo sistema penal acusatorio.

[bc_video video_id=”5515334858001″ account_id=”1325727373001″ player_id=”default”]

Pero éste es otro tipo de situación. Porque, verdaderamente, el caso de Duarte es el primer caso importante y de alto perfil del nuevo sistema penal acusatorio. Es a través del éxito o la derrota de las instituciones judiciales en este importante caso que se juzgará, en la opinión pública, un sistema que ha sido tan criticado.

Y, por la rapidez de este mismo sistema, en dos años, a más tardar, tendremos los resultados de este proceso esencial.

Mientras tanto, la ansiedad es un reflejo normal. Osorio Chong ha pedido que tengamos fe en la procuraduría. Y sí, supongo que todos estamos dispuestos a tener fe… si la fe sirviera de algo en un proceso jurídico complejo. Y si pudiéramos depender en creencias frente a la responsabilidad de un hombre que ha convertido un estado próspero en un paisaje desolador.