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ECONOMíA

La ridícula razón por la que un hombre rechazaría un empleo

Los desempleos día a día aumentan y parece complicado encontrar un trabajo. En Estados Unidos comienzan a desaparecer velozmente puestos como operador de maquinaria, reparadores de electrónicos en vehículos y obrero de fábrica: trabajos que tradicionalmente hacen los hombres entre un 96% y 98% de los casos. Por otro lado, también emergen profesiones como auxiliar de enfermería, que suelen ser desempeñadas principalmente por mujeres.

La ecuación parece bastante sencilla, ¿si hay nuevos puestos en enfermería para hombres desempleados por qué no ocuparlos? Sin embargo la mayoría de los hombres deciden rechazar estos empleos por varias razones: piensan que se requiere habilidades distintas, que pagan menos y, lo más preocupante, que son “trabajos para mujeres”

Así es, en pleno siglo XXI algunos hombres prefieren estar desempleados que trabajar como enfermeros. David Autor, economista del Instituto Tecnológico de Massachusetts dice:

No me preocupa si hay o no empleos; me preocupa mucho si habrá empleos para adultos con una educación limitada, especialmente hombres, que parecen ser reacios a tomar los nuevos trabajos.

Los hombres que se han olvidado de la estigmatización y que han trabajado en estos empleos, tienen mayor seguridad social y crecimiento salarial que en trabajos de manufactura. Pero son tan pocos los que deciden hacerlo, que incluso en países desarrollados se ha presentado una importante inmigración de mujeres extranjeras para ocupar puestos como el de la enfermería.

Los hombres aún se resisten en aceptar los “trabajos de mujeres” por una idea cultural de masculinidad: las mujeres aún son vistas con sutileza para los empleos, mientras que los hombres son vistos fuertes y como el sostén de la familia

Andrew Cherlin, sociólogo y profesor de política pública en la Universidad Johns Hopkins dice:

Tenemos un retraso cultural en el que nuestro concepto de masculinidad no se ha actualizado a la par de los cambios en el mercado laboral.

Por todo esto no es de gran sorpresa con el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Desde que estaba en campaña Trump prometía hacer “América grande otra vez”, refiriéndose a la década de los 50, cuando la mujer contaba con un papel subordinado y los hombres con empleos industriales, proveedores de la estabilidad económica.

Se cree que con el tiempo, los prejuicios culturales y sociales en torno a los “trabajos para mujeres” se irán transformando. Al final, será una necesidad irreversible para los hombres al darse cuenta que el trabajo en las fábricas no va a volver.

Estando en el 2017 se han roto muchos estigmas, las mujeres y hombres día a día luchan por un camino de igualdad, pero no podemos olvidar que aún vivimos en una época en donde los hombres teniendo el mismo puesto que cualquier mujer ganan más.