En Mundo Patitas recuperan y cuidan a los perros que los peregrinos dejan cada año en las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe.
No hay cifras precisas de cuántos perros en situación de calle hay en la Ciudad de México, pero se sospecha que hay unos 18 mil.
Cada año, los peregrinos que visitan el norte de la capital para acudir a la Basílica de Guadalupe el 12 de diciembre, abandonan perros, ya sea de forma intencional o accidental.
Para resolver esto, Mundo Patitas, organismo dedicado a rescatar perros en situación de calle, acude a la Plaza Mariana con el fin de recuperar los animales que los peregrinos dejaron la noche anterior.
Norma Huerta, fundadora de este grupo conformado por al menos 10 voluntarios, se apoya de algunos vecinos de la zona para identificar qué perros tienen dueño y cuáles fueron abandonados.
A los animales rescatados se les da alimento y agua, y luego se revisan con un veterinario para ponerlos en adopción.
En 2017, se rescataron 12 perritos de los cuales, algunos han sido adoptados y otros todavía no.
Debido a que Mundo Patitas opera mediante sus propios medios, muchas veces los voluntarios salen a las calles a pedir apoyo económico o en especie. En su página de internet también aceptan donaciones, ya que siempre hará falta alimento para perro, medicinas y hasta transportadoras para los animalitos rescatados.
Hacemos lo que hacemos por la vida animal todo el tiempo, ayudar a los que no tienen voz, a los que son víctimas de abandono intencional o accidental, tratando de hacer conciencia para prevenir el abandono”.
Al preguntarle a Norma Huerta porqué se abandona tanto perro durante el Día de la Virgen de Guadalupe, ella explica que muchos no son mascotas de los peregrinos, sino animales que se les fueron pegando a los que salen de sus comunidades caminando o en bicicleta.
Debido a que muchos se regresan en camión o en autos particulares, los perros son abandonados, ya que no tienen lugar en los vehículos en los que los peregrinos vuelven a casa.
En Mundo Patitas seguirán buscando perros abandonados cerca de la Villa de Guadalupe con el fin de atenderlos, alimentarlos y reubicarlos en la casa de alguien que quiera adoptarlos.
