Muchos hombres y mujeres por igual gastarán cientos de miles de pesos con tal de continuar en la búsqueda de una manera de mantener su juventud sin importar el pasar los años.
Sin embargo, algunos estudios sugieren que la técnica que hace ‘magia’ y evita la aparición de arrugas o líneas de expresión en el rostro, así como los efectos oxidantes en otras partes del cuerpo que trae la vejez, está en el número de encuentros sexuales que se tengan por semana.
Un estudio de la Universidad de California explica que tener sexo a menudo es bueno para mantener los telómeros, una parte del ADN, en un buen estado. El estudio concluye que tener relaciones sexuales fortalece el sistema inmune y disminuye el estrés.
De acuerdo con el estudio, los telómeros son partes que se encuentran al final de cada cromosoma en el ADN. Una mayor longitud del telómero facilita su unión con otros telómeros, por lo que permite una mayor duplicación celular, lo que resulta en tejidos más saludables.
Por el contrario, un telómero corto limita la división celular. Cuando envejecemos, los telómeros se encogen naturalmente. Incluso, estudios han asociado que el estrés psicológico percibido puede acortar la longitud de estos elementos.
En palabras más sencillas, al disminuir el estrés y fortalecer el sistema inmunológico, el sexo retarda el envejecimiento celular del cuerpo”, explica el estudio.
Otro estudio fue realizado por David Weeks, exjefe de Psicología para la Tercera Edad del Hospital Real de Edimburgo, en Escocia.
Sus conclusiones, publicadas en su libro Superjoven: El camino probado para permanecer joven para siempre en 1998, sostienen que las mujeres que tienen relaciones sexuales tres veces por semana, bajan su riesgo de mortalidad hasta un 50 por ciento, además de que previene la pérdida de memoria.
Al llegar al clímax, un flujo de sangre riega el cerebro, aumentando el aporte de nutrientes y oxígeno”, señala Weeks.
En conclusión, se podría decir que mantener una vida sexual activa mejora las funciones vaginales, pues preserva la elasticidad y previene un estrechamiento, manteniéndola joven.
