Durante un embarazo, ver crecer el vientre es parte de los momentos más significativos para una futura mamá y eso es lo que creyó estar viviendo Hollie Welham antes de descubrir que se trataba de que el bulto en realidad era un quiste.
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Welham, de 21 años, creyó estar embarazada cuando notó que su abdomen estaba creciendo, además de que comenzó a sentir náuseas.
Hollie se realizó pruebas para confirmar su embarazo pero todas resultaron negativas a la par de que sus síntomas siguieron empeorando, haciéndose presentes calambres, hemorragias y dolor de espalda, lo cual provocó que le realizaran una ecografía.
Tras el estudio, los médicos confirmaron lo que salía en las pruebas: la joven de 21 años no estaba embarazada, en realidad le estaba creciendo un enorme quiste en su ovario derecho.
“No podía creer lo que había crecido mi panza, parecía que estaba de nueve meses. Estaba muy incómoda, pero estoy muy contenta de que hayan detectado el quiste y hayan conseguido extirparlo”, dijo.
Hollie se sometió a la operación de extirpación del quiste a finales del mayo. En ese momento, el quiste alcanzó los 27 centímetros mientras el vientre de la joven se había hinchado debido a la acumulación de líquido.
Al final, a Welham se le extirpó el quiste junto con el ovario derecho y la trompa de Falopio. “Tuvieron que extirparme también el ovario porque el quiste había crecido en su interior”, detalló la joven, quien aseguró que llegó a tener miedo pero ahora s recupera de buena forma y regresó a su talla.
