Una mujer dio a luz a un bebé de su difunto esposo, fallecido hacía 14 meses. El pequeño fue producto de una fertilización in vitro.
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Sarah Shellenberger, de 40 años de edad, perdió a su marido Scott en febrero del 2020. Él era un profesor universitario de ciencias en Oklahoma y falleció de un ataque cardiaco que ocurrió mientras daba clases.
Poco antes, el matrimonio había terminado un proceso de fertilización in vitro en una clínica de Barbados. Convencida de que su marido así lo hubiera querido, Sarah optó meses después por embarazarse con uno de los embriones.
“A nuestros ojos, tenemos estos dos embriones que ya están creados y son nuestros hijos. Para mí, no había otra opción. Son nuestros hijos. Tuve que tratar de quedar embarazada y traer a nuestros hijos a este mundo”, declaró.
(Imagen: Especial)
Todo el proceso de su embarazo fue compartido en redes sociales, donde recibió comentarios de apoyo por parte de los usuarios. Hasta la fecha ella sigue publicando imágenes de Hayes, quien ya ha cumplido dos meses.
La pareja se conoció en 2017. Según Sarah, Scott era un hombre tímido que batalló para invitarla a salir por Facebook. Sin embargo, su relación se dio con mucha naturalidad y un año después ya estaban casados.
Desde el principio decidieron que querían formar una familia y tener tres hijos, pero tras muchos intentos y visitas a especialistas descubrieron que la fertilización in vitro era su mejor opción.
En diciembre del 2019, Scott y ella decidieron el nombre de Hayes. En febrero ella acudió a un segundo tratamiento a la clínica de fertilización. Fue a su regreso, mientras hacía una escala, que se enteró que su marido había fallecido.
“Cuando aterricé en Toronto y finalmente me conecté al wifi, mi teléfono se estaba volviendo loco. […] Llamé a su mamá y ella me dijo que había tenido un infarto y que lo habían trasladado a la UCI y que no había recuperado el conocimiento. Estaba molesta y preocupada, pero realmente no pensé que iba a morir. Era tan sano, en forma y joven”, declaró.
Sarah vive actualmente en Okahoma, con su bebé de dos meses. Espera pronto embarazarse nuevamente con un segundo embrión.
