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FAMILIA

Mujer de 46 años tuvo mellizos, pero falleció de COVID-19 y no pudo conocerlos

La madre murió a consecuencia de contagiarse de covid en su sexto mes de embarazo

Una mujer de 46 años de edad dio a luz a mellizos tras ser intervenida con una césarea. Dado su contagio de COVID-19 y el riesgo que suponía este para los bebés, fue intubada pero falleció momentos después el nacimiento.

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Pese a que los dos bebés están en buen estado y se encuentran en Neonatología, su madre no pudo conocerlos. La cirugía de emergencia supuso un complicado reto para ella y el equipo de médicos a cargo.

A más de 15 días de nacidos, los menores se encuentran en el Hospital Español, en una provincia de Argentina desde donde son monitoreados para descartar cualquier complicación por SARS-CoV-2.

Tras su nacimiento y darse a conocer su historia en medios locales, la comunidad médica del nosocomio se dijo conmovida por la muerte de Paola Flores y la forma en que enfrentó varios tratamientos de fertilidad hasta quedar embarazada.

Aunque por fin logró su sueño de convertirse en madre, no estaba vacunada contra COVID-19 y así contrajo en su sexto mes de embarazo.

El virus que le quitó la vida terminó afectando su salud saturando menos oxígeno en sangre, por lo que fue trasladada a terapia intensiva donde se tomó la decisión de adelantar el parto.

“El equipo médico que la asistía resolvió que debía entubarla y antes de eso, había que realizar el parto porque corría riesgo la vida de los bebés”, detalló Walter Vázquez, el director del hospital.

Paola era una paciente diagnosticada con obesidad y estuvo de acuerdo en adelantar el nacimiento de sus hijos dadas las condiciones en que se encontraba su salud. Tras su fallecimiento los menores son alimentados con una sonda que les provee leche materna del banco de leche del hospital.

Por su parte, Matías, el viudo de Paola Flores, dijo estar muy agradecido con el personal de salud y que “abrazaría a cada uno de los que han colaborado para salvarles la vida a sus hijos” pese a la muerte de su esposa.

Flores ingresó el 2 de junio al hospital con un cuadro que la catalogó como posible portadora de COVID-19, ya que solo tenía un edema y urticaria, pero al cuarto día presentó una apnea y en la tomografía se le confirmó una neumonía bilateral.

Al quinto día dio positivo al SARS-CoV-2 y su medicación se ajustó de tal forma que no dañara a los bebés.

Para el 11 de junio su estado de salud fue crónico y se le colocó una cánula de alto flujo que para el 12 de junio no mejoró su insuficiencia respiratoria.

El 17 de junio su fiebre aumentó considerablemente y, tras una falla renal, fue llevada a terapia intensiva, donde el 22 de junio, con insuficiencias respiratorias progresivas, tuvo una falla orgánica múltiple que le causó la muerte.

“Todos preguntan por la evolución de los bebés. Ordené protocolos para que los familiares más cercanos puedan visitarlos, con hisopados previos. Hemos hecho todo lo posible para mitigar el dolor de alguna manera”, dijo el director del hospital sobre los mellizos.