En España, Silvia Idalia Serrano murió a los 34 años de edad luego de someterse a una triple cirugía estética. Su novio y familia han pedido a las autoridades que los médicos involucrados sean investigados para evitar que este caso se repita con más pacientes.
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Después de someterse a una reducción de pecho, liposucción y un aumento de glúteos en la clínica CEME de Madrid, Idalia comenzó a presentar problemas de salud ajenos a la recuperación de sus cirugías.
A tan solo siete días de haber sido dada de alta del hospital, tuvo que ser reingresada a urgencias y sometida a un coma que la mantuvo inconsciente por casi tres meses. Pese a que en junio mostró ciertas mejorías, una infección le provocó la muerte a inicios de agosto.
De acuerdo con las declaraciones de su novio, Daniel Poyato, aunque a la joven le tomó una semana volver a la clínica por atención médica, desde las primeras 24 horas que siguieron a sus cirugías mostró mucho dolor en el cuerpo y fiebre.
Un día antes de ser ingresada a urgencias fue sometida a un tratamiento de rutina básico en el que se determinó su condición. Pese a que los médicos intentaron controlar sus malestares con analgésicos, la familia reportó que la joven tuvo vómito y desmayos.
Cuando llegó de nueva cuenta al hospital, se tomó la decisión de que inducirle a un estado de coma podría contribuir a su pronta recuperación, sin embargo Silvia ya no despertó.
Una bacteria le provocó una infección: Versión oficial de los hechos
Debido a que el cuerpo de Silvia se encontraba debilitado por las cirugías, el estado de coma, las medicinas y el avance de sus malestares, la joven murió de un fallo mutiorgánico que resultó letal. Este, a su vez, fue originado por una bacteria que le provocó una infección crónica.
Tras la muerte de Idalia, su familia y asesores legales decidieron interponer una demanda colectiva contra el hospital, integrada por otras personas que habían tenido una mala experiencia en estos tratamientos.
En declaraciones a la agencia EFE, la abogada que representa a la familia de la víctima, Mar de La Loma, mencionó que ahora “más que nunca debe llevarse a cabo una investigación rigurosa con las practicas de la clínica CEME”.
“No tanto por lo ocurrido en el quirófano, sino por los posoperatorios que se llevan a cabo”, precisó para luego destacar las negligencias médicas en otras pacientes. “Consideramos que son demasiadas coincidencias con consecuencias fatales. Tiene que haber una investigación y tienen que pagar por ello”, señaló.
Por su parte, y dado que el dueño de la clínica permanece imputado, el personal del hospital informó mediante un comunicado que la joven no contrajo la infección en sus instalaciones y que se analizará a detalle su expediente.
Para los familiares de Silvia, es primordial saber si en esos siete días siguientes a las cirugías pudo hacerse algo para evitar o tratar la infección que le causó la muerte a Idalia. A la demanda por homicidio imprudencial se sumó una solicitud de inhabilitación contra los involucrados. Con esto se descartan las lesiones imprudentes como parte del caso.
Otras denuncias por negligencia médica y las declaraciones del hospital
En una muestra de solidaridad inesperada por la familia, al menos una veintena de jóvenes se unió a las acusaciones contra la clínica CEME, afirmando que aquí se llevaban a cabo malas prácticas médicas desde antes que esta mujer cayera en coma.
De acuerdo con medios como El País, las jóvenes y familias de otras pacientes señalaron que existen páginas y grupos en redes sociales donde más mujeres hablan de su mala experiencia con estos médicos.
Para Rafael Tena, dueño de la clínica en que Silvia se atendió, esto es un tema delicado que requiere una revisión detallada del archivo de la paciente, sin mencionar que “es importante recordar que si bien la cirugía estética no garantiza resultados, su porcentaje de reclamaciones es muy bajo”.
El juez que investiga el caso de Silvia Idalia citó como investigado a un nuevo médico de la clínica CEME que la atendió tras la intervención. El abogado de la familia, Francesc Jufresa, confirmó a la agencia EFE que esta nueva imputación en la causa se suma a los dos médicos que ya declararon como investigados. También es investigada la propia clínica.
