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SALUD

¿Por qué el modelo Centinela ya no es relevante en Fase 3?

¿Por qué el Modelo Centinela ya no es tan relevante en la Fase 3 de la pandemia por el nuevo coronavirus (COVID-19)?

En conferencia de prensa, el Dr. Hugo López-Gatell, subsecretario de salud, explicó por qué el Modelo Centinela ya no es tan relevante para la Fase 3 de la pandemia causada por el nuevo coronavirus (COVID-19). Desde hace varias semanas, mucha atención pública se ha fijado en las estimaciones de este modelo epidemiológico y muchos medios estaban contrariados porque las cifras del Modelo Centinela no se habían presentado semanalmente, como dijo el funcionario el pasado 8 de abril.

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Sin embargo, como explicó el subsecretario López-Gatell, esto se debe al cambio de enfoque que se necesita tener en cada momento de la pandemia. Así, mientras el sistema de rastreo comunitario se privilegió como medida de vigilancia epidemiológica para la Fase 1, el Modelo Centinela se utilizó primordialmente para la Fase 2 y el sistema de vigilancia epidemiológica de la Red IRAG se está utilizando esencialmente para la Fase 3.

“En Fase 1 lo característico fue un modelo de vigilancia con rastreo comunitario. Cuando entramos a la Fase 2 dijimos que íbamos a hacer mayor uso del modelo centinela. (…) En Fase 3 lo que más importa, el centro temático, ya no es el modelo centinela, sino la red IRAG. (…) A cada fase corresponde un método,” explicó López-Gatell

Esto quiere decir que lo más importante y lo más factible en la Fase 1 de la epidemia era averiguar quiénes habían estado en contacto con los primeros contagiados para rastrear y aislar posibles líneas de contagio. Para la Fase 2, sin embargo, este sistema de rastreo se volvió imposible porque empezaron a surgir contagios comunitarios que no tenían ningún vínculo directo con los primeros infectados.

Así, al declararse la Fase 2, el modelo de vigilancia epidémica tuvo que cambiar. Fue en ese momento que se enfocó, más bien en el Modelo Centinela.

(Maria Jasso / Cuartoscuro.com)

¿Qué es el Modelo Centinela?

El Modelo Centinela es una herramienta matemática para calcular cuántos casos hay, más allá de los casos comprobados. Como no se pueden hacer pruebas a todas las personas que contraen la enfermedad, y como muchos tendrán síntomas leves y sólo se quedarán aislados en casa hasta que pase la enfermedad, no se puede saber, exactamente cuántos contagiados hay en todo México.

“Se adoptó el Modelo Centinela para la vigilancia de lo que llamamos ‘inconmensurables’. Es decir, fenómenos que no es posible medir en forma directa. Son fenómenos masivos que ocurren de forma generalizada y geográficamente dispersa. Así que no se puede contabilizar cada uno de los casos: ni es útil, ni es práctico, ni es efectivo para orientar políticas públicas, intervenciones y el monitoreo en tiempo real.” continuó López-Gatell

Por eso se utiliza un cálculo que estima el número de contagiados con un muestreo de 475 unidades de salud, de las más de 26 mil que hay en México. Para ejemplificar este proceso, el doctor López-Gatell hizo un símil: cuando vamos a sacarnos sangre para hacernos un estudio, no necesitamos sacar toda la sangre del cuerpo para medirla, sacamos una pequeña muestra y, con ella, inferimos la composición química de toda la sangre. De la misma manera, aquí se toma una pequeña muestra de ciertos hospitales de vigilancia estratégica y se infiere cuántos infectados puede haber.

“Si pretendiéramos que se puede medir de manera directa, estaríamos cayendo en una falsedad. Porque se pensaría que podemos detectar a todos y cada uno de los casos y la cuenta de los casos siempre va a ser menor al 100%. Por eso la vigilancia centinela acepta la realidad de que no se están documentando todos los casos leves y se hace una adaptación para expandir el número con estimaciones que están basadas en la dinámica de ocurrencia de la enfermedad en cuestiones territoriales, la demanda de atención médica y las características de las personas (como su distribución de edad para ver qué porcentajes de personas no están siendo representadas).” explicó el subsecretario.

(Andrea Murcia / Cuartoscuro.com)

¿Por qué no es tan relevante el Modelo Centinela en la Fase 3?

En la Fase 3 (que es la fase de máximos contagios), el problema central de la vigilancia pandémica no está en ver el crecimiento de la enfermedad, sino en vigilar que no se rebase la capacidad hospitalaria. El Modelo Centinela sirve para vigilar el crecimiento de casos leves o ambulatorios que no necesitan hospitalización porque todos los casos graves (incluyendo las defunciones) se contabilizan completamente.

El Modelo Centinela no es el principal enfoque en la Fase 3 porque la Fase 3 se centra, esencialmente, en la ocupación hospitalaria y el Modelo Centinela se centra más (esquemáticamente dicho) en los contagios ambulatorios. Por eso y por diferentes razones técnicas, el Modelo Centinela deja de ser de central importancia para la Fase 3 de la pandemia.

“100% de las defunciones se registran, 100% de los hospitalizados se registran. Todos se registran. Y 10% de los ambulatorios se registran. En donde hacemos la estimación, para el Modelo Centinela, es en los casos ambulatorios, los demás se registran al 100%.”

En la conferencia de prensa del 3 de mayo, López-Gatell explicó otras razones para dejar de enfocarse, primordialmente, en el Modelo Centinela durante la Fase 3:

“El modelo centinela sigue operando, pero no es el elemento esencial para el monitoreo en la Fase 3. Hay muchas razones técnicas de esto, les comento dos. Una es que la velocidad de ocurrencia de los casos y la cantidad de los casos es notablemente mayor en la Fase 3 y los tiempos de procesamiento dependen de la vigilancia generalizada que tienen cortes semanales con entrega de resultados de los estados que ocurre una semana después. Así, no resulta práctico monitorear lo que está pasando en la fase 3 con este modelo.

Lo segundo es que las 475 unidades no pueden dar suficiente resolución estadística para cada entidad federativa. Son útiles a nivel nacional, pero no sirven para dar cifras efectivas por cada estado en particular. Y cada entidad federativa tiene que saber qué ocurre en Fase 3. Por eso dijimos que, cuando entremos a la Fase 3 lo pueden seguir viendo, ahí está, pero ya no es nuestro elemento principal de trabajo.”

(Graciela López / Cuartoscuro.com)

¿Qué sistema de vigilancia epidemiológica se emplea entonces para la Fase 3?

Para medir la ocupación hospitalaria en la Fase 3 se utiliza el modelo de vigilancia epidemiológica de la Red IRAG (Infección Respiratoria Aguda Grave). Se trata de una amplia red de conexión de los hospitales públicos, algunos hospitales privados, hospitales del ejército y todo centro para recibir a personas enfermas de COVID-19 que sirve para medir la capacidad hospitalaria en México.

“La Red IRAG es el método principal que nos permite monitorear cuántos casos, qué características tienen esas personas, en qué momentos ocurren, en qué unidades de salud piden información, si se complican o no, cuántos de los que se complican fallecen, en qué tiempo, etc. Y es esta red de Infección Respiratoria Aguda Grave que nos da, a nivel hospitalario, el monitoreo de ocupación.”

Así, en la Fase 3, toda la toma de decisiones en salud pública se basa, más bien, en la vigilancia de la Red IRAG. Eso no quiere decir, sin embargo, que ya no se utilice el Modelo Centinela (esencial en la Fase 2) o el modelo de rastreo comunitario (esencial en la Fase 1). Estos modelos siguen sirviendo, pero ya no son el enfoque primordial por el desarrollo mismo de la pandemia.

“El modelo centinela sigue operando, pero no es el elemento esencial para el monitoreo en la Fase 3. Lo dijimos con antelación: cuando entremos a la Fase 3 olvídense de la vigilancia centinela. Seguirá operando, allá en el fondo, pero ya no es procedente como elemento principal de información para lo que interesa monitorear en la Fase 3.”

El avance de estas etapas epidemiológicas y los momentos en que se iban a utilizar ciertos instrumentos de vigilancia o que se iban a privilegiar ciertos otros, estuvo previsto por los expertos de la Secretaría de Salud desde las primeras alertas de la enfermedad. Queda ver si estos métodos de vigilancia bastan para contener el crecimiento desbordado de la pandemia, ahora en su fase de máximo contagio.

En cualquier caso, a todos nosotros, como miembros de la población, nos corresponde seguir haciendo nuestra parte y colaborar con las autoridades sanitarias permaneciendo en casa.

Para cualquier aclaración sobre el Modelo Centinela y la Red IRAG, puede escuchar completa la explicación del Dr. Hugo López-Gatell.