Un millonario invitó a una pareja en situación de calle a vivir en su casa.
Greg Dunston y Marie Mckinzie son una pareja que llevaba 10 años viviendo en las calles de Oakland, en California, Estados Unidos. Sin embargo, ahora habitan una casa con un valor estimado en casi cuatro millones de dólares (casi 76 millones de pesos).
La propiedad es de Terrence McGrath, quien abrió las puertas de su casa al hombre y la mujer afroamericanos.
Su presencia en la mansión ha motivado que los vecinos llamen en múltiples ocasiones a la Policía para reportarlos, sobre todo por el olor a marihuana que en ocasiones se percibe. Las autoridades ya están familiarizadas con la situación.
Cuando la gente llama, no respondemos. Los hemos llamado para decirles ‘oh, no, ellos son los habitantes de la casa. (El dueño de la casa) trata de ayudarlos’.
McGrath se enteró del caso de la pareja a través de un artículo del San Francisco Chronicle sobre ellos.
La vida en las calles puede ser hostil. Dunston siempre estaba al pendiente para evitar conflictos y asaltos.
El millonario los contactó en un café local para invitarlos a vivir en su casa; posteriormente se dio cuenta que Mckinzie padecía dolores causados por artritis. Es por eso que ella fuma marihuana.
No puedo evadir mi responsabilidad (…). Tengo la obligación personal de hacerme responsable cuando veo una injusticia. Y para mí, esto es una clara injusticia, dijo el exitoso inversionista y vendedor de bienes raíces.
Tras la partida de sus hijas para estudiar la universidad, los 418 metros cuadrados de su casa eran demasiado para él solo.
Sin embargo, Dunston, de 61 años de edad, y Mckinzie, de 53, no estaban tan seguros de que mudarse ahí fuera una buena idea. Piedmont es una vecindario predominantemente blanco (74 por ciento de los habitantes). No obstante, quedaron cautivados por todos los lujos de la casa. Mckinzie estaba muy emocionada con el baño que tendría.
Tiene regadera y tina, dijo con felicidad la mujer.
Actualmente Greg Dunston y Marie Mckinzie llevan ya tres meses viviendo en la casa de Terrence McGrath. Al principio, su presencia y el olor a marihuana alertó a los vecinos, sin embargo Mckinzie ahora la consume en el patio trasero, para no incomodar a nadie.
Con información de San Francisco Chronicle
