Aunque es considerada como una enfermedad rara, el mieloma múltiple (MM) es el segundo tipo de cáncer de la sangre con mayor incidencia en el mundo, superado en esta categoría únicamente por los linfomas de no Hodgkin[2].
Si bien el MM es un cáncer incurable, notorio por sus continuas y variadas recaídas[1] (es decir, el regreso de síntomas después de recibir tratamiento o tras un periodo de remisión)[3], existen ciertos factores que pueden mejorar la calidad de vida de las personas, como la detección oportuna y los avances en nuevas terapias[1].
¿En qué sentido han mejorado los pronósticos para los pacientes?
Gracias a importantes avances, como la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos, en los últimos diez años se ha logrado que un promedio de supervivencia de 2 a 3 años aumente a una media de 8 a 10 años[1].
Sin embargo “el diagnóstico no es sencillo y puede retrasarse varios meses porque en etapa temprana sus signos y síntomas, como debilidad, orinar con mucha frecuencia, dolor recurrente de espalda y neuropatías (calambres u hormigueos habituales en piernas y manos) pueden confundirse con otras enfermedades[4]”, indicó el Dr. Daniel Franco de la Torre, especialista del área terapéutica para Hematología en Bristol Myers Squibb México (BMS).
El experto explicó que el MM es un cáncer que se caracteriza por el desarrollo de células plasmáticas anormales (un tipo de glóbulo blanco que elabora anticuerpos para combatir infecciones y enfermedades), las cuales se acumulan en la médula ósea y forman tumores en diferentes partes del cuerpo, lo que evita que la médula ósea elabore suficientes células sanguíneas sanas (glóbulos rojos, blancos y plaquetas)[5].
Las células de mieloma múltiple también producen un anticuerpo proteínico, llamado proteína M, que el cuerpo no necesita, lo limita para combatir infecciones y hacen que la sangre se espese, lo que puede provocar daño en los riñones
[5].
Imagen ilustrativa (Pixabay)
¿Cómo identificar esos primeros signos como síntomas de MM en una fase temprana?
El especialista hizo referencia a un acróstico denominado CRAB:
- (C) de Calcio elevado
- (R) de Insuficiencia Renal
- (A) de Anemia
- (B) de Bone (hueso en inglés) por las lesiones y fracturas que provoca sin causa aparente[6]
Por ejemplo, entre 70 y 80% de los pacientes con MM presentan problemas óseos[7] que afectan el 66% a las vértebras, 45% a las costillas, 40% al cráneo y 30% pelvis[8].
¿Qué hacer en caso de presentar síntomas?
Es preciso acudir al hematólogo[9] para obtener información completa y acceso a los mejores tratamientos disponibles, mismos que varían según la edad del paciente, estado o etapa en que se encuentre el cáncer, grado de afectación y, sobre todo, si responde o no a la terapia[10].
“Lamentablemente hay quienes no responden al tratamiento (mieloma refractario[10]), de ahí la importancia de ofrecer terapias personalizadas”, indicó el doctor Franco de la Torre. “No podemos dejar que las personas vivan pensando todo el tiempo en las recaídas y seguir padeciendo estos síntomas, lo ideal es que puedan convivir con la enfermedad de la mejor forma posible”.
En lo que respecta a las afectaciones en el ámbito familiar, social o laboral, las personas “pueden acercarse a organizaciones de pacientes que, junto con su médico, les enseñarán cómo sobrellevar la montaña rusa que representa las recaídas y aprender a vivir con él”, añadió.
La medicina oncológica ha registrado importantes avances en los últimos años, sobre todo en el campo de la inmunoterapia (tipo de tratamiento que estimula las defensas naturales del cuerpo para combatir el cáncer [11]), pero todavía hay mucho camino por recorrer.
Por ello, el especialista destacó los proyectos de inversión que la biofarmacéutica BMS destina en investigación clínica, en educación médica continua y en la realización de asociaciones estratégicas con otras empresas y organismos científicos para ayudar a los pacientes a superar enfermedades graves como el mieloma múltiple.
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