Un juez rechazó el amparo de emergencia interpuesto por una mujer para salvar a un gato previo al derrumbe controlado de un edificio en Miami, en la porción del inmueble colapsado el 24 de junio que permanecía de pie.
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Según el Miami Herald, la solicitud fue presentada la noche del domingo pasado por la abogada Paula Phillips a nombre de Stacey Karron, una asistente legal y voluntaria de rescate de animales que intentó ingresar a la estructura para salvar a un gato y a otros animales que pudieron estar atrapados.
La señora Karron estaba dispuesta a asumir la responsabilidad de cualquier eventualidad en su intento de rescatar a esta mascota, decía la petición jurídica.
“Entienden el riesgo”, dijo la abogada. “Entienden que el edificio puede derrumbarse en cualquier momento”.
Sin embargo, el juez Michael Hanzman rechazó la solicitud poco antes de que se llevara a cabo la demolición controlada de lo que restaba del edificio Champlain Towers.
Se cree que la mascota en el centro de esta polémica era un gato llamado ‘Coco’ que vivía en una unidad del cuarto piso con una mujer de 89 años y su hija.
Rescatistas intentaron sacar a ‘Coco’ pero no tuvieron éxito, así que le dejaron un poco de comida con un recolector de cerezas.
Aunque el inmueble fue evacuado tras el colapso de una parte de su estructura, es posible que varios animales hayan sido abandonados al interior de los condominios.
“Mi objetivo era ir allí y tratar de rescatar a las mascotas si me lo permitían. Tengo experiencia con el rescate de animales y me ofrecí como voluntaria para entrar”, dijo la señora Karron.
A pesar de sus intenciones, el edificio ya estaba cargado de explosivos al momento de presentar el amparo, y para que Karron regresara, los rescatistas habrían tenido que arriesgar aún más sus vidas.
Las autoridades de Miami hicieron todo lo posible para rescatar a los animales sobrevivientes que se hayan quedado varados durante la evacuación.
Daniella Levine Cava, alcaldesa del condado de Miami-Dade, dijo que no se encontraron animales mientras los rescatistas registraron el edificio restante.
La implosión tuvo lugar para reducir la posibilidad de que se viniera abajo la estructura sobre los equipos de rescate, un riesgo peligroso ante la inminente llegada de la tormenta tropical Elsa.
Hasta el momento se han hallado 28 cuerpos entre los escombros y aún hay más de 100 desaparecidos.
