La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) fue sede de la Reunión Nacional por el Buen Gobierno del Agua, en la que se juntaron muchos expertos en el tema para hacer un balance de la situación del agua en México y proponer algunas soluciones.
El objetivo principal de la reunión fue plantear iniciativas para colaborar en la construcción de un acceso equitativo y sustentable al agua. El rector de la UAM, el doctor Eduardo Peñalosa Castro, relató que el 8 de febrero de 2012 en la Constitución mexicana se reconoció el acceso al agua como un derecho humano. Eso dio inicio a los trabajos para aprobar una ley general de aguas y sentar las bases necesarias para cumplir los nuevos acuerdos constitucionales.
Ahora llegó el momento de formar una organización entre académicos, especialistas y sociedad para presionar a las legislaturas en la atención al problema del agua en el país. En ese sentido, la reunión propuso siete objetivos que requieren atención urgente:
- construcción de las instancias para la gestión planificada de cuencas,
- fundamentación científica en la toma de decisiones,
- reordenación del sistema de concesiones de aguas nacionales,
- preparativos para poner fin a la contaminación, sustentabilidad y soberanía hidroagrícola,
- alternativas a la privatización de sistemas de agua,
- saneamiento y
- instancias e instrumentos para la defensa del derecho humano y de los pueblos al agua.
La futura presidenta del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en la nueva administración, la dra. María Elena Álvarez-Buylla, dijo que “el buen gobierno del agua” será una prioridad en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Durante su participación aclaró que el Conacyt cambiará su nombre a Consejo Nacional de las Humanidades, las Ciencias y las Tecnologías.
Según el dr. Pedro Moctezuma Barragán, coordinador del Programa de Investigación para la Sustentabilidad UAM, 141 cuerpos de agua sufren un deterioro severo en nuestro país y 60 millones de personas dependen de acuíferos sobreexplotados.
Hay mucho por hacer, los problemas son gravísimos y la agenda enorme. Y la participación de las universidades e instituciones de educación superior será crucial y su responsabilidad muy grande. En materia de agua, México dejará de ser el país de las mentiras. Nos va la vida en ello”, concluyó José Raúl García Barrios, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM).
García Barrios subrayó también que una de las primeras acciones debe ser informar a la sociedad sobre la importancia del tema y explicar en qué consisten los problemas actuales alrededor del agua.
