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ECONOMíA

México, sede del Derivative Challenge, torneo para operar contratos de futuros

El lunes 9 de abril arranca el Derivative Challenge John Hull Award, torneo que permitirá a los participantes operar en tiempo real los contratos de futuros y opciones listados en el Mexder.

“Riskmathics Financial Institute está llevando a cabo el primer torneo de derivados, Derivative Challenge, en México; el primero en su tipo que trata de promover la difusión y uso de la cultura de los derivados”, señaló Gerardo H. Herrera, director de comunicaciones de Riskmathics.

El tamaño del mercado de derivados en el mundo es enorme. El Banco de Pagos Internacionales estimó que, a finales de junio de 2017, el valor de los derivados Over The Counter superaba los 542 billones de dólares, es más de seis veces el PIB mundial.

Los derivados son instrumentos financieros cuyo valor depende de otro bien, al que se le conoce como subyacente, por lo que su valor estará vinculado a los movimientos del subyacente.

Los subyacentes son muy variados, abarcando desde activos financieros, como acciones de empresas, divisas o bonos, hasta activos no financieros, como el clima o permiso de emisiones de dióxido de carbono.

“Puesto simplemente, son contratos de ejecución futura para adquirir o comprar divisas, petróleo, tasas de interés incluso”, explicó Herrera.

Los derivados se clasifican de acuerdo con el tipo de contrato en futuros o forwards, opciones y permutas financieras o SWAPS.

Los derivados se negocian en mercados Over The Counter o extrabursátiles, con contratos hechos a la medida o en mercado organizados o bolsas, por medio de contratos estandarizados.

La mayor utilidad de los derivados radica en su capacidad para reducir riesgos financieros, actuando como cobertura ante movimientos potenciales del subyacente.

“Los derivados de cobertura […] siempre han funcionado para lo que es, para cubrir los riesgos de las empresas”, explicó Sergio Zermeño, director ejecutivo de Banco Interacciones.

Los derivados también pueden utilizarse para especular, al apostar por una posición determinada en el mercado subyacente.

“Los derivados sirven para cubrir riesgos cuando se usan bien, pero tienen una virtud también; de que son buenísimos para especular, porque permiten apalancarse de una manera que no lo puedes hacer en los instrumentos de contado”, indicó Hernán Sabau, socio de SAI Consultores.

Aunque el uso de derivados se remonta varios milenios atrás en la historia, como explicó Hernán Sabau: “Tenemos historia de operaciones de derivados desde hace dos mil años en el mundo”.

El primer mercado organizado de derivados data de1848, con la fundación del Chicago Board of Trade, cuando agricultores y comerciantes buscaron mitigar la incertidumbre generada por los cambios bruscos en los precios de los productos agrícolas.

“Históricamente, Chicago tomó mucha fuerza porque era el centro de mercancías de Estados Unidos y ahí se empezaron a comprar y a vender a futuro las mercancías. […] Se genera a finales del siglo 19 un mercado organizado”, explicó Carlos Krestchmer, director de Quanta Shares.

En las últimas décadas, con la aparición y sofisticación de las técnicas de valuación de los derivados, su uso se extendió alrededor del mundo.

“Este año se cumplen los 20 años de la fundación de los mercados organizados en México”, recordó Hernán Sabau.

En México, con la autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y bajo la supervisión de las autoridades financieras del mercado organizado de derivados, conocido como MexDer, inició operaciones el 15 de diciembre de 1998.

“Con la experiencia de la gente de la AMIB, que habían participado en los mercados OTC, se tomó la decisión de que se hiciera un mercado listado, un mercado estandarizado, con las ventajas que tiene un mercado estandarizado, en el que hay una cámara de compensación que es quien va absorbiendo y tomando el riesgo de contraparte”, explicó José Miguel de Dios, director de servicios transaccionales en MexDer.

En el MexDer se listan contratos de futuros de divisas, de índices, de deuda, de acciones y de maís amarillo; opciones sobre el IPC, sobre acciones y sobre el dólar; y SWAPS de tasas.

Instituciones financieras, administradoras de fondos de inversión y fondos para el retiro o tesorerías de corporativos han intensificado el uso de instrumentos derivados, impactando en mayor o menor medida el día a día de los ciudadanos, de ahí la importancia de que conozcamos qué son y cómo funcionan.

“Indirectamente todos nos beneficiamos; el mexicano de a pie de aquí afuera, en la calle, se beneficia porque las instituciones ya lo usan; las Siefores, los Créditos Hipotecarios, mucho, mucho mucho. No se ve, pero están abonando”, dijo Carlos Krestchner, socio de SAI Consultores.

 

(Con información de Ruth Durán)

tfo