Cuando escuchamos la palabra “Megalodón” es probable que venga a nuestra cabeza una referencia cinematográfica, sin embargo este concepto hace referencia a un gigantesco tiburón prehistórico que, efectivamente, inspiró la historia de Jon Turteltaub. A continuación los detalles de este magnífico animal.
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El Megalodón existió y fue un gigantesco tiburón prehistórico. De acuerdo con un reporte científico, tan solo la aleta del animal correspondía al tamaño de una persona y su dimensión total era de 18 metros de largo.
Como lo reporta la revista Nature en el estudio publicado en “Scientific Reports“, “basado en fósiles de dientes, y usando al tiburón blanco (Carcharodon carcharias) como especie análoga, se ha calculado que [el megalodón] alcanzó una longitud máxima de 15 a 18 metros”, por lo que sería uno de los seres vivos más grande que ha poblado este planeta.
Si bien el tiburón blanco sirvió como base para proyectar las dimensiones de este animal, se descubrió que su aleta dorsal tenía una longitud de 1.62 metros de largo y su cabeza alcanzaba los 4.5 metros. La fuerza de su mandíbula superaba las 10 toneladas, lo que lo volvía un depredador voraz para sus presas.
Este animal vivió en la Tierra hace 23 millones de años y ha formado parte de la cultura popular. Con el descubrimiento reciente se dictaminan nuevos caminos que conducen a entender el por qué de su extinción, así como una línea de prevención para las especies marinas que comparten características similares y siguen poblando el planeta.
