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CRIMEN Y SEGURIDAD

Máquinas tragamonedas de Las Vegas dejan de funcionar misteriosamente

Todas las tragamonedas de un casino dejaron de funcionar simultáneamente. Mientras, a unos cuantos metros, se reunía una convención de hackers. ¿Coincidencia?

Dentro del Casino Linq, en Las Vegas, Nevada, la jornada de apuestas transcurría habitualmente. La gente se amontonaba en las tragamonedas para apostar, una y otra vez, mientras disfrutaban de alguna bebida. Estas máquinas se encuentran entre las atracciones más visitadas de los casino en la meca de la apuesta mundial.

De pronto, sin ningún aviso previo, todas las máquinas tragamonedas dejaron de funcionar. Los clientes empezaron inmediatamente a protestar. Así lo contó un asiduo del casino a Mashable.

“Nadie sabía lo que estaba pasando, pero todas las tragamonedas estaban muertas.”

A través de distintas publicaciones en redes sociales, los clientes del casino Linq mostraron cómo las pantallas de las tragamonedas mostraban mensajes de error y extrañas líneas de código.

Además, varios clientes empezaron a perder dinero…

No pasó mucho tiempo para que las denuncias en internet tuvieran un eco previsible: varios usuarios empezaron a señalar que, a pocos metros de distancia, en el Caesars Palace, estaba teniendo lugar la convención más grande de hackers del mundo: la DEF CON.

Sin embargo, las autoridades del casino -comprensiblemente- negaron cualquier tipo de falla en la seguridad digital del lugar. Así lo dijo el vocero Rich Broom:

“Estábamos monitoreando lo que sucedió cuando las máquinas cayeron. No hay evidencia alguna de que haya habido un ‘hackeo'”

A pesar de que el casino no quiso admitir la hipótesis del hackeo, distintos turistas comenzaron a denunciar anomalías en los servicios automatizados de distintos hoteles de Las Vegas durante la convención de hackers. Uno de estos ejemplos fue el de la pantalla del elevador en el hotel Flamingo:

En estas enormes convenciones de hackers ha habido demostraciones impresionantes. Este año, por ejemplo, un niño de once años hackeó una máquina electoral de Estados Unidos en apenas once minutos… Frente a esa hazaña, alterar las máquinas tragamonedas de un hotel parece juego de niños.