Una bebé de cinco meses de edad perdió la vida por complicaciones de COVID-19 luego de estar internada por 30 días en un hospital de Brasil, país que sigue registrando cifras alarmantes de casos y defunciones por coronavirus.
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Sarah Vitória Domingues Góis murió el 27 de mayo en Sao Paulo. A pesar de su duelo, su madre se animó a compartir su historia con medios locales y aprovechó para lanzar una advertencia a otros padres de familia: “Este virus es traicionero y puede matar a tus hijos”.
Sameque Vitória Góis, de 22 años de edad, afirmó que su hija había nacido prematura; no obstante, dijo que era una niña muy sana. “Yo misma no creía que el covid pudiera afectar a los niños, como lo hizo con mi hija”, dijo.
Su tragedia empezó el 27 de abril cuando Sarah tuvo que ser internada por unos días en el hospital por un traumatismo urinario. Fue durante su estancia en este centro médico que empezó a mostrar los primeros síntomas de una enfermedad respiratoria.
“Como vivimos en Praia Grande [Sao Paulo], la acompañamos corriendo al centro médico, donde terminó internada. Sin embargo, cuatro días después, noté que comenzaba a mostrar síntomas parecidos a los de la gripe”, explicó Sameque.
En un principio, Sarah fue diagnosticada con bronquiolitis, infección pulmonar que afecta a niños menores de dos años, pero al poco tiempo, Sameque y su esposo empezaron a desarrollar síntomas de COVID-19. Cuando se hicieron la prueba el 6 de mayo, salieron positivos.
“Fue sólo después de esto que le hice la prueba de Covid a mi beba. Yo, básicamente, no creía que fuera positivo, pero me equivoqué. La prueba de ella también fue positiva”.
Sarah fue trasladada a un hospital infantil de Santos. Pasó una semana en enfermería pero no respondió favorablemente al tratamiento.
“Tenía fiebre alta de 40 grados y tenía una anemia muy fuerte. Además, sufrió un neumotórax, y tuvo que someterse a una cirugía de emergencia, para que le pusieran drenajes en los pulmones para sacar el aire”, dijo Sameque. “Casi no podía respirar”.
Sarah fue sometida a cirugía, y aunque luego mostró una leve mejoría, los médicos tuvieron que volverla a intervenir cuando los drenajes pulmonares dejaron de funcionar.
“Mi esposo y yo no nos apartamos de ella. Yo, incluso enferma de Covid-19, pasé los 30 días que estuvo internada con ella, hablando, cantando, haciéndole saber que yo estaba allí. Y ella sabía, sabía que yo estaba. Incluso cuando tuvo que ser intubada, movió sus manitas y parpadeó cuando le hablé”.
Una tragedia familiar
A final de cuentas, Sarah tenía el 80 por ciento de sus pulmones comprometidos, y luego de pasar un mes en el hospital, la niña falleció.
“Todavía estamos muy impactados por todo lo que pasó. Pero sé que mi beba vino a dar una advertencia a las madres. Y la advertencia es: use siempre una mascarilla. No dejes que nadie se acerque a ti ni a tus bebé. No recibas visitas. Este virus es traicionero y puede matar a tus hijos”.
Sameque lamenta que haya perdido a su niña de una pandemia que sigue causando estragos en el país, y no obstante, “fue muy doloroso” para ella salir del hospital y ver que la vida transcurría como siempre.
“Bajamos a comer algo y vimos playas abarrotadas, bares, madres caminando con bebés de la edad de Sarinha en el cochecito. Entonces, les pido a estas personas que se queden en casa, porque no saben el riesgo que corren sus hijos”, sentenció.
