En Venezuela, una mujer que dio positivo a una prueba de coronavirus optó por no revelar su diagnosis a su familia. En poco más de un mes, su esposo y sus tres hijos murieron de COVID-19, además de ella misma.
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Según el diario local La Nación, Verónica García Fuentes, de 36 años, comenzó a presentar síntomas de COVID-19 en la segunda semana de diciembre. El 17 de diciembre, se hizo la prueba PCR y salió positiva. Aunque la señora se aisló en casa, le dijo a su familia que solo tenía una gripa.
Verónica vivía con su esposo, José Antonio Gómez, de 33 años de edad, en el municipio de Guasimos, a las afueras de San Cristóbal, capital del estado de Táchira, al oeste de Venezuela. La familia consistía de una hija, Nicol, de 17 años, y dos hermanos gemelos de 4 años, Jhoneider y Jhoneiker.
Verónica tenía mucho miedo. Se hizo una segunda prueba y volvió a dar positiva. A pesar de que se sometió a tratamiento con un médico particular, no quiso revelar su verdadera condición a su familia, hasta que su esposo se fue a una fiesta familiar el 27 de diciembre.
“Él se fue a la reunión. Las fiestas están prohibidas, pero se reunieron, quizá unas 20 o más personas. Tomó licor, habló con amigos, cuando recibió una llamada telefónica de su esposa, donde le dijo que se regresara a la casa, que no compartiera con nadie, porque ella tenía covid y él podía estar infectado”, compartió la cuñada de Verónica, Mariela García.
Aunque al inicio, los niños y el marido dan negativo a la prueba rápida y no manifiestan síntomas de preocupación, optan por aislarse en casa y cuidarse con remedios caseros. A los pocos días reciben la prueba PCR y todos dan positivo.
“Él estaba muy preocupado al enterarse de su condición”, indicó Mariela Gómez sobre su hermano José Antonio. “Yo hablé mucho con él. Le dije que tuviera mucha fe en Dios, que él era una persona joven. Que se cuidara y que además era asintomático, sin ninguna complicación. Sí recuerdo que me dijo que tenía una tosecita, por la noche y por la mañana, los niños también, pero se insistía en que era por el frío en la madrugada y parte de la mañana”.
Tragedia familiar
En la primera semana de enero, Verónica es internada en un hospital privado con una neumonía. Para el día 14, la señora tiene que ser intubada. El 16 de enero, la salud de su esposo, José Antonio, se complica y también es trasladado al hospital, mientras los niños permanecen al cuidado de una persona de confianza.
“En la placa de tórax que le hacen a mi hermano, los pulmones salieron todos negros. El médico se alarmó, le preguntó si era fumador, él le dijo que no. El médico sabía que estaba enfermo y que no había recibido el tratamiento adecuado”, dijo su hermana. “Él ahora tenía los síntomas”.
Verónica fallece el 18 de enero. Aunque no le pasan la noticia al marido, José Antonio muere al día siguiente. Al mismo tiempo, la hija Nicol ya tenía algunos días con tos y dolores de cabeza. Cuando su estado de salud se complica, su abuelo intenta llevarla al hospital pero pierde la vida en el trayecto.
Los gemelos aguantan por unos días, pero ya desde el 23 de enero empiezan a mostrar síntomas preocupantes. El 27 de enero son internados en el Hospital Central de San Cristóbal. “El reporte médico indica que los dos tienen bronconeumonía”, explica Mariela García. Ese mismo día, los dos hermanos mueren.
A 42 días de que Verónica exhibiera los primeros síntomas, los cinco integrantes de la familia Gómez perdieron la vida. Los familiares y amigos que cuidaron de los menores ahora se encuentran en cuarentena.
“Hay que tener cuidado,” indicó Amelia Fressel, autoridad única de Salud del estado Táchira. “Sí tiene que ver el síndrome viral de gripe que está dando.”
“Tenemos que pensar que todo lo que se parezca al covid es covid. Así de sencillo. No podemos decir ´yo lo que tengo es gripe´, porque muchos con esa gripe han fallecido. Todo lo que se parezca a covid es covid, hasta que no se demuestre lo contrario”.
