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POLíTICA

Macron y Le Pen, frente a frente por la presidencia de Francia

En la primera vuelta de la elección presidencial francesa, los ciudadanos optaron por dos candidatos atípicos.

Emmanuel Macron, de 39 años, que fue ministro de economía entre 2014 y 2016 antes de crear su propio partido En Marche! (En Marcha!) para canalizar sus ambiciones presidenciales.

Marine Le Pen, de 48 años, diputada europea, líder del partido Frente Nacional que ha conseguido que un discurso xenófobo permee entre los franceses, además de que mejoró los resultados de su padre en anteriores comicios presidenciales.

Macron ha prometido llevar “la exigencia del optimismo y la voz de la esperanza” a los votantes franceses. Su proyecto, defiende, “no fue un sueño o una burbuja”, sino fruto de la “voluntad encarnecida y bondadosa” de sus simpatizantes.

Le Pen se compromete a “luchar contra la mundialización salvaje que pone en peligro nuestra civilización”, pidió “liberar el pueblo francés” del “yugo del dinero” y ha hecho referencia al general Charles de Gaulle para atraer el voto más moderado, buscando ampliar su base electoral para la segunda vuelta.

Emmanuel Macron, candidato presidencial del movimiento En Marcha!. (Getty Images)

Emmanuel Macron
Macron es una sorpresa en las elecciones francesas. Es el candidato más joven y, al mismo tiempo, el más inexperto. Nunca ha ocupado un puesto para el que deba ser elegido.

En su primera incursión electoral, a la cabeza del movimiento emergente En Marche! (¡En Marcha!, que tiene las mismas siglas de su nombre) ha adelantado a otros candidatos con muchas más tablas con un programa que él define como “ni de izquierdas ni de derechas”, pero profundamente europeísta, que aspira a ocupar el centro político desocupado por los partidos tradicionales.

Aunque muchos sondeos anticipaban que obtendría el segundo lugar en la primera vuelta, adelantó a sus oponentes para obtener el 23.86% de los votos.

ENNEMAIN, FRANCE – Marine Le Pen, candidata del partido Frente Nacional. (Getty Images)

Marine Le Pen
Marine Le Pen, de 48 años, ha visto reforzada su campaña nacionalista por la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y por el resurgimiento del populismo de derechas en Europa. La presidenta desde 2011 del Frente Nacional, el partido de ultraderecha fundado por su padre, Jean-Marie Le Pen, es la puntera, según los sondeos y los propios aspirantes presidenciales. Es su segundo intento por conquistar la presidencia francesa. En 2012 obtuvo un 17.9% de los votos en la primera vuelta, y no pasó a la segunda.

Cinco años más tarde, Le Pen queda en segundo lugar en la primera vuelta con el 21.43% de los votos, obtenidos con un programa antieuropeo, antimusulmán y antimundialista.

Su campaña se ha visto ensombrecida por investigaciones judiciales por desvío de fondos y financiamiento ilegal que la candidata considera una persecución política.

Contra la política tradicional
Por primera vez desde 1958, los dos movimientos que han alternado en el poder de Francia quedaron fuera de la contienda decisiva. Por primera vez, el Frente Nacional superó la barrera del 20% en unas presidenciales y por primera vez los socialistas se han hundido de manera tan estrepitosa.

Se temía que los votantes galos estuvieran alejados de las urnas, pero la participación fue de un poco más de 77 por ciento.

Durante la campaña, los candidatos no lograron convencer, cada uno ofreció soluciones a los problemas de Francia, que no se encuentra en Europa, ha padecido atentados terroristas, repele la integración de los migrantes y ve subir el desempleo o los trabajos temporales.

Los franceses demostraron que no se identifican con los políticos y los partidos tradicionales. El presidente Francois Hollande se abstuvo de participar en la campaña.

Para Marine Le Pen el resultado es un éxito. Supera en un millón de votos a su padre, Jean Marie Le Pen, que el 21 de abril de 2002 causó un auténtico terremoto al eliminar al socialista Lionel Jospin de la carrera presidencial y alcanzar la segunda vuelta, que perdió frente a Jacques Chirac. En aquella época el Frente Nacional seguía siendo un partido marginal, no la formación que puede permitirse unos postulados xenófobos que escandalizan cada vez menos y ya no sorprenden.

Sin embargo, Le Pen tendrá complicaciones para presentarse como candidata antisistema contra Macron, cuya candidatura fue acogida con escepticismo, pero ha sabido captar el voto útil y es favorito de los mercados.

 

 

 

tfo