Una joven rescatista se convirtió en heroína al salvar a un niño senegalés de morir ahogado. Las palabras del menor rescatado revelan el problema de racismo que todavía existe en el mundo.
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La rescatista Macarena Cabrujo, originaria de Argentina, ya había terminado su jornada de vigilancia en una playa de Can Pere Antoni, en Palma de Mallorca, España, y decidió quedarse para jugar voleibol. Debido a las condiciones del mar, las autoridades decretaron bandera roja. Sin embargo la mujer de 25 años se percató de que un niño se ahogaba cerca de la línea de boyas, a 200 metros de la orilla, por lo que decidió ir por él, pese a que no contaba con equipo de rescate.
Desde el momento en que me saqué los pantalones sabía dónde me metía, no tenía ningún elemento de flotabilidad.
“Aguántame que ya vamos a salir juntos”, le dijo al menor. Con el menor en brazos, se sujetó de una boya, en espera de ayuda.
Con el nene en brazos, empiezo a tranquilizarlo, miro a la playa y no había nadie, el 112 (emergencia) no había llegado. Me mira y me dice ‘pensé que no me ibas a sacar porque soy negro’. Si un nene de 10 años tiene eso en mente es muy triste como sociedad. Y yo le dije ‘sos hermoso, vine a sacarte’, pero yo sabía que había pocas posibilidades.
Macarena Cabrujo dijo que tuvo al niño en sus brazos por mucho tiempo, lo tranquilizó y lo “llenó de besos”.
Los dos nos cuidamos mutuamente, este nene es un ángel.
Finalmente, una persona en una lancha se acercó a ellos, les lanzó un salvavidas y los escoltó a la orilla del mar.
@policíadepalma/Twitter
El niño, originario de Senegal, fue llevado a un hospital. Se reporta fuera de peligro.
Foto: Mario Robles Robles/Facebook
La Policía local reconoció el trabajo de Macarena Cabrujo en su cuenta de Twitter.
Foto: @policiadepalma/Twitter
Vía Clarín
