México, Estados Unidos y Japón son los países que vienen primero a la mente cuando la gente piensa en lucha profesional, ¿pero qué hay de Europa? En países como Alemania y el Reino Unido, las organizaciones de lucha libre independiente gozan de una popularidad entre la cultura del underground, y a menudo éstas contienen peleas en los que se combinan los tradicionales candados y caídas con elementos más extremos como mesas, escaleras, púas, alambres y hasta fuego.
En España la gente también disfruta de esta exhibición ultra-violenta. Aunque las peleas están arregladas -al igual que en la lucha libre de cualquier parte del mundo- los golpes y las lesiones son reales y buena parte de lo que ocurre en la lucha está improvisada. Para los participantes, la lucha libre es una adicción de adrenalina que no tiene comparación, mientras un público de todas las edades aplaude las desnucadoras y los martinetes, en ocasiones sobre una silla.
El siguiente reportaje de Sin Filtros explora el mundo de la lucha libre extrema en España y a las personas involucradas en esta peculiar forma de entretenimiento. Se trata de personas comunes y corrientes fuera del cuadrilátero que adoptan un personaje extraordinario al ponerse las botas y subir al ring.
