Inicio  /  Historias
SALUD

Lubricante vaginal: ¿Qué es?

El lubricante vaginal es un básico para que las relaciones sexuales sean más placenteras y nada dolorosas.

Si bien la vagina se lubrica naturalmente cuando una mujer está excitada, a veces el cuerpo puede producir menos lubricante debido a cambios hormonales, la menopausia, envejecimiento o medicamentos. Pero por fortuna, un lubricante artificial puede ayudar.

 

El lubricante vaginal artificial puede ayudar a mejorar la excitación, aumentar el placer sexual, mantener la piel de la vagina suave y, lo más importante, reducir la fricción durante la penetración, ya sea de una pareja o de un juguete sexual, pues la penetración sin lubricante puede ser dolorosa y dañar el revestimiento vaginal.

 

 

¿Qué es el lubricante vaginal?

Aunque cualquier persona puede usar lubricantes, independientemente de si su cuerpo produzca lubricación de forma natural, el lubricante vaginal es una herramienta útil para evitar la sequedad de la vagina. Usar lubricante antes de la actividad sexual puede ayudar a prevenir la picazón, ardor, rozaduras y otras molestias.

 

Algunos lubricantes están diseñados para mejorar la función sexual y la excitación y puedes comprarlos en línea o en cualquier farmacia. Existen diferentes tipos de lubricantes para adaptarse a diferentes necesidades, hechos a partir de agua o de aceites.

 

Los lubricantes a base de agua son los más comunes y pueden contener glicerina, que tiene un sabor ligeramente dulce, o sin glicerina. Este tipo de lubricantes vaginales es seguro de usar con condones y por lo general, tampoco manchan las sábanas.

 

También existen los lubricantes a base de silicona, los cuales son inodoros e insípidos, resbaladizos y suaves. Este tipo de lubricante dura más tiempo que cualquier otro y no es necesario volver a aplicarlos con tanta frecuencia como los lubricantes a base de agua. Son seguros para usar con condones de látex y, además, funcionan bajo el agua. Los lubricantes a base de silicona también son hipoalergénicos.

 

Hay dos tipos de lubricantes a base de aceite: naturales (como aceite de coco o mantequilla) y sintéticos (por ejemplo, aceite mineral o vaselina). Generalmente, los lubricantes a base de aceite son seguros de usar, económicos y de fácil acceso. Pero pueden irritar la piel y manchar la tela.

 

Por último, existen los lubricantes orgánicos o veganos hechos de botánicos u otros ingredientes ecológicos. Muchos de ellos no contienen parabenos, un conservante de uso común con riesgos para la salud establecidos, y están hechos con ingredientes orgánicos, que son mejores para el medio ambiente y seguros para la vagina.