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ESTADOS UNIDOS

Los primeros 365 días de una Casa Blanca en caos

Donald Trump ha cumplido con aquella promesa que hizo durante la campaña en la que aseguró que sería distinto al resto de los presidentes de Estados Unidos, la controversia ha sido fiel acompañante en su corta trayectoria en la administración pública, que ha llevado a distintos sitios a analizar cada una de sus aseveraciones.

Sus mensajes en contra de países, culturas y personas le han valido nombramientos que lo etiquetan de racista, el más reciente haber llamado a El Salvador, a Haití y a algunos países africanos “países de mierda”.

Aquel 20 de enero, horas después de llegar a la Casa Blanca, Trump empezó a echar mano de una de las medidas que más polémica han generado.

Además, sacó a Estados Unidos del TPP y del Acuerdo de París sobre el clima y amenaza con salirse del TLCAN en caso de que su país no sea el más beneficiado de las tres partes.

La desaprobación social ha sido una constante en su administración.

24 horas después de haber juramentado, cientos de miles de mujeres protagonizaron la primera de las decenas de marchas en contra de la administración Trump que han enmarcado este primer año. Quizá algunas de las más sonadas fueron aquéllas relacionadas con el primer intento de veto migratorio en contra de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana y las provocadas por el aparente apoyo del presidente a grupos supremacistas blancos.

Protestas luego de la juramentación de Donald Trump. (AP, archivo)

Se ha peleado prácticamente con todos los medios y criticado a todos aquéllos que cuestionan su desempeño. Su manera de tuitear se ha vuelto un fenómeno, lo mismo tuitea a las 6 de la mañana que a las 11 de la noche, felicita a quien habla bien de él y ataca a quien no.

En 184 veces lo ha hecho sobre lo que él considera que son noticias falsas, en al menos 103 ocasiones ha atacado a The New York Times, a CNN o a NBC, 104 veces ha hablado sobre Rusia y a pesar de que venció a Hillary Clinton en las elecciones, en este año la ha mencionado 83 veces, 33 tuits han sido sobre el muro y 16 sobre México.

Su rutina en el día a día ha puesto en tela de juicio la disciplina y compromiso que tiene con el puesto que ostenta, especialmente después de algunos reportes que apuntan a que el presidente destina varias horas al día a ver televisión en bata y que usualmente llega al Despacho Oval a las 11 de la mañana.

A pesar de que se reporta que tiene excelente salud se sabe que sus hábitos alimenticios dejan mucho que desear: su dieta es altamente calórica y está conformada en gran parte por comida rápida.

En contraste con los puentes que Obama construyó, tal como el restablecimiento de las relaciones con Cuba, Trump ha buscado derribarlos y ha echado la diplomacia al baúl de los recuerdos.  Decidió trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, sin tomar en cuenta la problemática que se vive en la región. Protagonizó varios encontronazos con líderes mundiales y aliados de su país. A seis días de haber tomado el poder amenazó al presidente Enrique Peña Nieto con cancelar una reunión agendada en Washington, si México se negaba a pagar por el muro. Tras las tensiones fue el presidente de México quien canceló la visita. Trump le colgó el teléfono al primer ministro de Australia, sancionó económicamente al presidente de Venezuela y no descartó una intervención militar y ha encabezado un continuo intercambio de amenazas con Corea del Norte y con su líder Kim Jong-Un.

Amenazas que hasta la fecha mantienen en alerta a la comunidad internacional.

La confirmación de Neil Gorsuch como juez de la Suprema Corte y la aprobación de su reforma fiscal se convirtieron en algunos de sus escasos logros.

La construcción del muro en la frontera con México, derogar y reemplazar Obamacare y la salida del acuerdo nuclear con Irán encabezan la lista de pendientes con sus electores.

No ha dejado de responsabilizar a los inmigrantes indocumentados de muchos de los problemas que aquejan a los estadounidense e impulsó una cacería de brujas en contra de todos aquellos indocumentados independientemente de que hayan cometido algún delito o no, y ha condicionado un acuerdo que beneficie a los dreamers a cambio de que el Congreso apruebe el presupuesto para empezar a construir el muro.

Su aprobación se mantuvo prácticamente en niveles de 30 por ciento, siendo así el presidente más impopular de Estados Unidos en el primer año de gobierno. También tiene el récord de ser el presidente con mayor rotación de funcionarios de alto nivel, 34 por ciento de aquéllos asignados a los puestos más altos a su administración han sido despedidos o han renunciado.

Es también el primero en atacar de forma desmedida a los servicios de inteligencia y de seguridad de su país. Corrió a James Comey, director del FBI, luego de que éste se negara a brindarle lealtad y por encabezar las investigaciones del entramado ruso que han revelado nexos entre su círculo más cercano y el Kremlin, una investigación que por cierto continúa.

La administración Trump se alejó de Europa. Se ha ensañado con su vecino del sur. Ha fomentado discordias con América Latina y ha encendido Medio Oriente.

De esta manera y con al menos tres años por delante es como Donald Trump termina su primer año como el líder de la máxima potencia del mundo.

 

Con información de Valentín Cataldo

AAE