Tanto el ojo como la cavidad donde éste se alberga no están exentos de desarrollar problemas relacionados con el cáncer. Aunque son raros, se han observado tumores en el párpado, en la órbita, o incluso en alguna parte del ojo, como los hemangiomas de coroides. Pero más comunes que éstos son los melanomas y los retinoblastomas.
Mientras el retinoblastoma se manifiesta por herencia genética, el melanoma ocular uveal se desarrolla en la células que producen melanina. Así es, los mismos pigmentos que producen la coloración de tu piel también determinan el color de tus ojos. Estas células se llaman melanocitos y, según The Mayo Clinic, los melanocitos en los ojos también son capaces de desarrollar melanoma.
Por tal motivo, el melanoma ocular tiene mucho en común con el cáncer de piel tipo melanoma. Por ejemplo, cuando se trata de la piel, los melanocitos producen pigmentos oscuros que se encargan de absorber la radiación de los rayos ultravioleta y reparar los daños celulares. Sin embargo, a veces los mismos melanocitos son dañados por un exceso de exposición a la luz solar y esto provoca que el lunar crezca de manera anormal, provocando la manifestación de un tumor.
En el caso del melanoma ocular, la situación es muy similar. El tumor se produce a causa de un crecimiento desmedido de los melanocitos sobre el iris, el mismo tejido que absorbe el exceso de luz y protege nuestros ojos contra los rayos UV.
Ahora bien, ¿por qué la gente de ojos claros es más propensa a este tipo de cáncer?
Esto se debe al número insuficiente de pigmentos en el iris, lo que indica que el ojo cuenta con menos defensas contra la radiación. Entre más pigmentos se producen, más oscuro se torna el iris; esto nos indica que la capacidad que tiene el iris para absorber la luz es mayor, y por ende, el daño que sufren las células es menor.
Aproximadamente una entre mil 200 personas es diagnosticada cada año con melanoma ocular. Su prevención también es similar al del cáncer de la piel. Esto no quiere decir que nos debamos untar protector solar en los ojos, sino que debemos portar lentes de sol especiales y certificadas para ayudar al iris a proteger nuestros ojos.
