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POLíTICA

Los ojos de Brasil están puestos en el juicio a Lula da Silva

Los ojos de Brasil están puestos en Porto Alegre.

La justicia define este miércoles si mantiene o revoca la condena a nueve años y medio de prisión por corrupción y lavado de dinero impuesta al expresidente Lula Da Silva.

En caso de ratificarse la sentencia, Lula quedaría inhabilitado para participar en las elecciones de octubre, en donde ha puesto sus esperanzas de ser presidente de Brasil por tercera vez como candidato del Partido de los Trabajadores.

Lula no tendría derecho a libertad condicional por lo que podría ser encarcelado cuando agote los recursos judiciales para intentar revertir la posible condena.

La sentencia contra Lula le fue impuesta en julio pasado. El juicio de este miércoles en Porto Alegre es una revisión de la condena. Tres jueces estarán a cargo.

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El caso a revisión es el conocido como el “Triplex de Guarujá”, en el que se acusa a Lula de recibir como soborno de la constructora OAS un apartamento en la playa, el cual se pagaría por favores que incluían contratos con Petrobras. Lula niega ser dueño del apartamento y afirma que solo lo visitó una vez. Abogados alegan motivación política detrás del caso.

“Durante el proceso, los procuradores fueron a los medios a dar entrevistas y trataron a Lula siempre como culpable lo cual es incompatible con la garantía de presunción de inocencia. Es una condena incompatible con la realidad de los hechos”, señaló Cristiano Zanin Martins, abogado del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

El proceso judicial contra Lula se produce en el marco de protestas en todo Brasil de movimientos sociales y sindicatos que califican como un “fraude” el caso para intentar sacar de la disputa presidencial a Lula. La defensa adelantó que de no anularse la sentencia, el exmandatario apelará ante los tribunales superiores.

Lula llegó a Porto Alegre la tarde del martes. Participó en un mitin en el centro de la ciudad con simpatizantes, desobedeciendo la recomendación de sus abogados de no dejarse ver en público antes del juicio.

“No hablaré de mi proceso, no hablaré de Justicia, primero porque tengo abogados competentes que ya probaron mi inocencia, segundo porque creo que aquéllos que votarán deberán atenerse a los autores del proceso y no a las convicciones políticas de cada uno. Tercero, porque estoy en la lucha desde hace 40 años y ustedes conocen mi esencia”, dijo el expresidente Lula da Silva.

Lo acompañó una de sus principales defensoras, la presidenta destituida Dilma Rousseff quien afirma que el juicio contra Lula es parte de un “golpe” que se inició con el impeachment que la apartó de la presidencia.

“El golpe fue hecho para destruirme, destruir al PT, pero sobretodo destruir a nuestro líder Luiz Inácio Lula da Silva”, manifestó Rousseff.

Este miércoles habrá mayor vigilancia en las calles de Porto Alegre. Uniformados contarán con el apoyo de 150 cámaras de seguridad para vigilar las manifestaciones y un patrullaje naval en aguas del río Guaíba.

Además del actual juicio, Lula debe responder aún a seis procesos más vinculados con la operación Lava Jato que en 2014 destapó la mayor trama de corrupción en la historia brasileña entorno a la petrolera estatal Petrobras.

Con información de Ana María Islas.

AAE