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HISTORIA

El amor de Pancho Villa por las malteadas de fresa y otros dulceros famosos

Hay veces que al ver a una persona famosa o con cierto grado de importancia en la sociedad, la sentimos como si fuera de otro mundo, como si ella perteneciera solamente a la pantalla, las revistas de paparazzi o los libros de historia. Sin embargo, las cosas que nos unen como especie humana suelen ser las más simples y comunes, por ejemplo, el  gusto por los dulces y otras golosinas.

Cuadro del siglo XVII en donde podemos ver frutas glaseadas, galletas y barras de azúcar morena (Foto: Pinterest)

Todos hemos tenido debilidad por un dulce o algún tipo de bocadillo que nos hace felices y que es nuestro pequeño premio tras las jornadas arduas de trabajo. Las personalidades históricas no son la excepción, por eso, a continuación exponemos algunos de los ejemplos más característicos de los antojos de las personalidades históricas.

La fuente de sodas de Pancho Villa

Todo el mundo cree que Pancho Villa es la encarnación del estereotipo de macho mexicano: mujeriego, bravo y borracho. El único problema es que Villa no bebía, ni una gota, de hecho, odiaba el alcohol pues, según su punto de vista, las bebidas alcohólicas eran el origen de todas las desgracias del hombre además de que le sabían “a orines”. Su desprecio por la bebida lo llevó a destrozar cantinas en los poblados a donde llegaba y hacía valer su ley seca a punta de pistola, llegando a fusilar a aquellos entre sus tropas que la desobedecieran.

Imagen representativa de fusilamiento revolucionario (wiki.commons)

Por otro lado, Villa era muy adepto a la malteadas de fresa, bebida que había conocido en suelo norteamericano, se cuenta que le gustaba pasarse “al otro lado” solamente para ir a las fuentes de sodas de El Paso y San Antonio a pedirlas. Cuentan que, incluso, en varias cantinas empezaron a servir esta deliciosa bebida para poder atender al líder de la “División del Norte”… y quizás que así, no les destruyera el negocio.

Las historias dicen que Pancho Villa gustaba de cruzar la frontera para beber malteadas de fresa (Foto: Pinterest)

Federico el Grande y su gusto por comer flores

Federico II también conocido como Federico el Grande es uno de los monarcas más famosos de Prusia, un genio militar y un dotado de las artes que además, tenía un gusto por una golosina particular, flores escarchadas con azúcar, más en específico violetas.

Este dulce era particularmente fácil de hacer ya que solo se necesitaba colocar pétalos de flores comestibles dentro de agua saturada con azúcar para después, dejarlos secar.

Las flores escarchadas eran un dulce popular entre los nobles de la época (YouTube/ A Gardener´s Table)

El sandwich del rey

El el ocaso de la carrera de Elvis Presley, “El Rey del Rock” comenzó a destacarse  por sus trajes extravagantes, sus movimientos de karate en el escenario así como su más que notable sobrepeso. Parte importante de esos kilos extra era su gusto por el emparedado que luego sería conocido simplemente como “The Elvis”. El sandwich contenía crema de cacahuate, rodajas de plátano y rodajas de tocino.

“El Elvis” consta de plátano, crema de cacahuate y tocino (Foto: YouTube)

Se requirió de mucha experimentación para que Presley llegara a ubicar su mezcla de ingredientes favorita, en un principio probó otro sándwich denominado como Fool’s Gold Loaf (la hogaza de oro del tonto), el cual constaba de pan relleno con tocino, crema de cacahuate y jalea de uva.

La misma madre de Elvis se refirió al famoso emparedado dulce salado:

“en su afán de consumir y devorar, éste era el que más le satisfacía”.

La sonrisa negra de Elizabeth I

En la época en la que Elizabeth primera reinó sobre Inglaterra, pocas sustancias representaban el poder como el azúcar, objeto de deseo de los nobles y de la mandataria misma.

Ya que la caña de azúcar no era un ingrediente disponible en la fría isla inglesa, el azúcar blanca, la más fácil de utilizar para la cocina, era transportada en forma de bloques desde lugares lejanos como América y Portugal.

Con este ingrediente se elaboraron todo tipo de golosinas con los cuales se deleitó el paladar real de Elizabeth, desde mazapanes de almendra y pasteles, pasando por el pan de gengibre y el “leach” cubos de leche, azúcar y agua de rosas.

Tarta de mazapán al estilo de la época de Elizabeth I

El azúcar incluso llegó a ser recomendado por los médicos de aquella época por su beneficios para la salud incluyendo entre sus supuestas propiedades la de poder ayudar a mantener una dentadura fuerte. Por supuesto esto ocasionó que muchos ricos ingleses, entre ellos la misma Elizabeth, terminaran con una lamentable sonrisa negra.

Las dentaduras de reina Elizabeth I y su corte, estaban ennegrecidas por el consumo del azúcar (Foto: YouTube)

Lo más irónico es que gente más humilde llegó a utilizar carbón para manchar sus sonrisas de color negro y así aparentar el tono de los dientes podridos de los ricos y poderosos del imperio.

¿Cual es su opinión acerca de las golosinas de los personajes históricos? ¿Será que ahora ven algunos de estos dulces con un punto de vista diferente?

Texto: Pablo Carrillo

Ilustración: Alfonso Serrano @ponchobot