Inicio  /  Historias
CONFLICTOS ARMADOS

Los daños que provocan las armas químicas

Varias naciones del mundo, entre ellas Siria, cuentan con armas químicas, pese a la Convención que prohíbe este tipo de arsenales.

Se estima que entre los arsenales en manos del régimen sirio se encuentran dos agentes neurotóxicos: el gas sarín y el VX, además del gas mostaza.

El gas sarín es un líquido sin olor o sabor, que se puede evaporar para diseminarlo en el ambiente. Provoca somnolencia, debilidad, náuseas, vómitos y después pérdida de la conciencia, convulsiones, parálisis y la muerte. También puede dejar contaminada la ropa, el agua y los alimentos.

El gas VX, que es más letal que el sarín, es un líquido de apariencia oleosa y color ámbar, que tampoco tiene olor ni sabor. Puede liberarse también en forma gaseosa. Provoca irritación y molestias en piel y ojos y posteriormente convulsiones y fallas respiratorias. También puede contaminar la ropa.

Afectan directamente el funcionamiento del sistema nervioso central y tienen varias propiedades no solamente son inhalados, sino que pueden penetrar a través de la piel, pueden penetrar la ropa y atravesar la piel hasta incorporarse al sistema circulatorio. Interfieren con el sistema nervioso central entonces los síntomas van desde pueden empezar como síntomas de pequeños catarros, nariz escurriendo, ojos llorosos, opresión de pecho tos, hasta calambres y descontrol muscular, lo que provoca paro respiratorio y la muerte. Y el grado de toxicidad si a una persona el equivalente de un milímetro de sarín en la piel le estará muriendo en entre un minuto y tres minutos”, aseveró Benjamín Ruiz Loyola de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México.

El gas mostaza es una sustancia de color amarillo y aspecto aceitoso que puede vaporizarse. Afecta piel, mucosas y pulmones provocando ceguera y quemaduras.

Lo que hace es provocar quemaduras químicas muy intensas, que generan la aparición de vesículas muy amplias en el cuerpo y esto incapacita a cualquiera a por el dolor y por el tiempo de convalecencia que es muy largo”, explicó Benjamín Ruiz Loyola de la Facultad de Química de la UNAM.

Se estima que estas sustancias generan daños a nivel genético.

 

Con información de Juan José Alvarado

Vm,