La población de dos especies de animales mexicanos se recupera. El lobo gris ya no está en peligro de extinción, y el jaguar aumentó su población, de acuerdo con especialistas de la UNAM.
Exitoso el programa de conservación del jaguar
Según datos del segundo Censo Nacional del Jaguar 2018, la población de jaguares en vida silvestre aumentó un 20% en los últimos 8 años. Actualmente hay 4 mil 800 de estos felinos.
Las cifras relacionadas con este tema son alentadoras de acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Anteriormente, México contaba con una de las poblaciones de jaguares más amenazadas en América Latina.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), solo quedan 64 mil ejemplares de jaguares en vida silvestre.
Jaguares. (AP Photo/Eraldo Peres)
El incremento de la población se debe a la implementación del programa de conservación del jaguar desde el 2005, la participación de la sociedad civil e instituciones académicas y al aumento de la superficie de cobertura forestal, según el doctor Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM.
Es clave mantener la población del jaguar. De acuerdo con la directora de conservación de WWF México, María José Villanueva, se trata de una especie paraguas, cuya conservación beneficia a la rica biodiversidad latinoamericana.
La presencia del jaguar asegura el funcionamiento de los ecosistemas, al regular las poblaciones de herbívoros, además de ser un indicador del buen estado de salud de los ecosistemas”, señaló el vicepresidente de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar, Heliot Zarza.
El censo, que fue coordinado por el Instituto de Ecología de la UNAM, se logró gracias a 396 cámaras trampa en 11 sitios distintos de la geografía mexicana.
Fuera de peligro el lobo gris mexicano
Xóchitl Ramos Magaña, egresada de la FES Cuautitlán de la UNAM e integrante del Grupo de Manejo del Mexican Gray Wolf Species Survival Plan, informó que los esfuerzo de conservación del lobo gris mexicano han dado resultados.
Información de la UNAM. (Fuente: Twitter)
En México contamos con un centro de rehabilitación, con dos encierros. Las zonas de liberación se ubican entre Sonora, Chihuahua, Durango, Zacatecas y Nuevo León; y en Estados Unidos, entre Arizona y Nuevo México”, declaró Ramos Magaña.
De acuerdo con la especialista es clave para la rehabilitación preservar sus patrones conductuales “silvestres” y su estructura social, “para que puedan cazar presas apropiadas: venados, pecaríes, guajolotes, liebres y otros mamíferos pequeños”.
Con información de sinembargo.mx
