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SALUD

Niños que recibieron nalgadas tienen más posibilidades de desarrollar depresión y alcoholismo de adultos

El estudio elaborado en la Universidad de Michigan descubrió que haber recibido nalgadas aumentaba las probabilidades de consumir drogas en la vida adulta

¿Qué tanto influye el maltrato infantil en la vida adulta? Un estudio reciente encontró que los adultos que recibieron nalgadas de niños tenían mayores posibilidades de desarrollar depresión, alcoholismo y drogadicción.

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Entre los investigadores existe el consenso de que las llamadas “experiencias adversas en la infancia”, como el maltrato infantil y el abuso, tienen severas consecuencias en la vida de los adultos. Estas vivencias traumáticas influyen negativamente y los hacen más proclives a padecer problemas de salud como la depresión.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan lanzó un estudio en la revista Science Direct en el que buscan dilucidar si las nalgadas deberían considerarse experiencias adversas en la infancia. En el estudio participaron 8 mil 316 adultos, quienes respondieron un cuestionario sobre sus vivencias traumáticas durante la infancia y los problemas de salud que desarrollaron durante la vida adulta.

Los participantes fueron divididos en dos grupos según había recibido o no nalgadas como un castigo físico constante en la infancia. Aquellos que recibieron nalgadas solamente una o dos veces fueron sumados al grupo que afirmó no haber recibido estos castigos, pues se trató de casos aislados.

Las nalgadas son equiparables al maltrato infantil. (Fuente: Pixabay)

El 54.8% de los participantes reportó haber recibido nalgadas como un castigo cotidiano. Según los investigadores, las nalgadas tuvieron una influencia comparable al resto de las experiencias adversas en la infancia, como el maltrato infantil.

Aquellos que recibieron nalgadas en la infancia desarrollaron en mayor número problemas como depresión en la adultez. Además, las nalgadas se asociaron con mayores intentos de suicidios en la vida adulta, así como el consumo moderado o excesivo de alcohol.

Hay una fuerte relación entre el maltrato físico y emocional: por lo común, en un hogar donde hay castigos físicos, también hay maltrato emocional. Este ambiente nocivo marca severamente a los infantes y repercute de forma negativa en su vida adulta.