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ECOLOGíA

Jirafas entran a la lista de especies en peligro de extinción

A causa de la pérdida de hábitat por deforestación, cambios en el uso de suelo, la expansión de actividades de agricultura y ganadería y el crecimiento de la población humana, ahora las jirafas, ese animal que todos hemos visto en el zoológico, se suman a la lista de especies que están en peligro de extinción.

Además, estos animales se enfrentan a problemas y disturbios civiles como la violencia étnica, y operaciones militares y paramilitares en las regiones que habitan principalmente en África. Pero no solo eso, las jirafas al igual que otras especies también se enfrentan a la caza ilegal o furtiva.

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De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en los últimos 30 años la población a nivel mundial de jirafas ha sufrido un declive que ha alcanzado un 40% por lo que ahora, la especie está clasificada en la categoría de Vulnerable de la Lista Roja que integra la UICN. 

La actualización más reciente a esta lista fue presentada en 2016 en el marco de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica llevada a cabo en Cancún, México, el año pasado. En el informe se incluyen a 86 mil 604 especies de las cuales 24 mil 307 están amenazadas. 

Al respecto de la jirafa (Giraffa camelopardalis), la UICN detalla que se trata del mamífero terrestre más alto y uno de los animales más reconocibles del planeta. La especie se distribuye principalmente en África Austral y Oriental con subpoblaciones pequeñas y aisladas en África Central y Occidental.

En su documento, la UICN informa que el paso de “Preocupación menor” a “Vulnerable” en la Lista Roja de especies en peligro de extinción ocurrió debido a una dramática disminución de ejemplares de la especie. Hacia 1985 existían alrededor de 151 mil 702 y 163 mil 452 individuos, misma población que para 2015 decayó hasta los 97 mil 562 ejemplares.

La caza ilegal del animal apunta a ser la razón principal por la cual ha perdido individuos en los últimos años. En este caso, las diferentes partes del cuerpo del mamífero son muy demandadas, pues su carne es utilizada como una fuente de alimento, su pelo se utiliza para pulseras e hilos, y la piel para la fabricación de escudos, sandalias, ropas, tambores y los tendones para cuerdas de instrumentos musicales. 

Los productos derivados del animal son de gran demanda lo que incrementa su caza furtiva. De acuerdo con la UICN de las nueve subespecies de jirafas, tres tienen poblaciones en aumento, cinco en disminución y sólo una permanece estable.

Al respecto de la actualización de la lista de especies, Inger Andersen, directora general de la UICN sostuvo que “esta actualización de la Lista Roja muestra que la magnitud de la crisis global de extinción podría ser todavía mayor de lo que pensábamos. Los gobiernos (…) tienen la inmensa responsabilidad de intensificar esfuerzos para salvaguardar la biodiversidad de nuestro planeta – no solo por su propio bien, sino también para responder a necesidades imperativas humanas como la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible”.

En la actualización realizada en 2016 también se evaluó a un total de 742 especies de aves recientemente reconocidas, el 11% de las cuales están amenazadas, entre ellas el cucarachero paisa, que está “En peligro”, la vanga azul de Comoras también “En peligro”; y por otra parte, 13 especies de aves que ya están enlistadas por la UICN como extintas como el carricero de la isla de Pagán o el apapane de Laysan.

Por extrañas que puedan sonar estas aves, son al igual que las jirafas, piezas fundamentales cada una en su ecosistema.