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ACCIDENTES

La reconstrucción de la CDMX fue un aprendizaje heredado del devastador temblor de 1985

En 1985, el temblor mostró las debilidades en la construcción de los edificios de la CDMX. Muchas construcciones, nuevas y viejas, causaron cerca de 10 mil muertes con su colapso. Entre tanta destrucción, se mostró la fragilidad de las normas de construcción y la corrupción de las constructoras.

Sin embargo, el devastador temblor del 85 sirvió también para prevenir futuros derrumbes. Un ejemplo maravilloso fue el de los edificios de Tlatelolco.

Después del temblor, el arquitecto Santiago Jordá supervisó la reconstrucción de los icónicos edificios en esta colonia. Ésta fue, además, una labor fundamental después del traumático derrumbe del edificio Nuevo León.

La labor de Santiago Jordá fue puesta a prueba recientemente con el temblor del pasado 19 de septiembre. Pero la colosal torre Revolución se agitó durante el fuerte temblor sin que se generara ningún tipo de daño estructural. Y esta resistencia a dos temblores en treinta años fue por los refuerzos externos de concreto colocados por Jordá.

Las enseñanzas del 85, sin embargo, no terminan con cuestiones de ingeniería. Porque es importante recordar la complejísima reconstrucción de la CDMX en los años que siguieron al temblor.

En esta ocasión el plan para la reconstrucción inició inmediatamente después del fatídico evento. El 27 de septiembre pasado, Miguel Ángel Mancera anunció las acciones de esa primera semana de respuesta inmediata.

Con este informe se supo que se abrieron de 40 carpetas de investigación sobre los inmuebles donde hubo víctimas; además de 30 inspecciones con ministerios públicos y con peritos de las Fiscalías.

También se pudo saber el número final de víctimas mortales y personas hospitalizadas plenamente identificadas.

Finalmente se estableció cuáles fueron los apoyos brindados a la ciudadanía de la capital mexicana para los esfuerzos de reconstrucción: hasta ese momento, Mancera aseguró que se dieron mil cheques de apoyo (para el día de hoy, hay más de diez mil cheques entregados) y más de 2 mil asesorías jurídicas por parte de la Consejería de la ciudad. Además de abrir 32 albergues con capacidad para más de mil personas.

En esa primera semana se repararon fugas de gas, se distribuyeron pipas de agua y se minimizó el sufrimiento de la población gracias al enorme esfuerzo ciudadano.

Esta ciudad tiene todavía mucho que aprender en medidas de seguridad y conciencia preventiva. Sin embargo, las enseñanzas del 85 permitieron una respuesta más directa y veloz que alivió los esfuerzos de reconstrucción de una megalopoli herida.