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La realidad de la frontera México-Estados Unidos

Se construya o no vamos a hablar de nuestras fronteras:

México y Estados Unidos compartimos una frontera de 3,201 kilómetros.

¿Del lado mexicano? Los Estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

¿Del lado de Estados Unidos? California, Arizona, Nuevo México y Texas.

 

El muro ha sido probablemente el tema más controversial desde el inicio de las campañas. Si la barrera física, que ya existe, se transforma y se convierte en ese muro de concreto y acero proyectado de ocho a 10 metros hacia arriba, y 5 metros bajo la tierra, sí será imposible el paso de personas sin documentos, pero se verían afectados irremediablemente el hábitat y el tránsito de 108 especies de animales, entre las que destacan aves, reptiles y grandes mamíferos, así como plantas.

PROYECTO POLÍTICO Y DE SEGURIDAD DE 12 MIL MILLONES DE DÓLARES

-En Tijuana y San Diego es una fortaleza.

-Palomas, Chihuahua, cerca del Desierto de Altar, se ha convertido en el ataúd de decenas de miles de trabajadores en los últimos 20 años.

-En el Golfo de México, Matamoros y Brownsville tienen el siguiente aspecto:


Así lució nuestra frontera el 25 de enero de 2017; es un trabajo del fotógrafo James Whitlow Delano. (news.nationalgeographic.com) 

EL FRACASO DE LA MILITARIZACIÓN DE LA FRONTERA

 

El amplio despliegue de fuerzas de seguridad en las fronteras en los últimos 30 años, ha resultado contraproducente como método de control de inmigración, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Princeton.

Más que detener a los inmigrantes, lo que está haciendo un creciente aparato de seguridad es desalentarlos de volver a sus países, concluyeron los investigadores Douglas Massey y Henry Bryant, del Departamento de Sociología y Asuntos Públicos.

El documento afirma que la militarización de la frontera en Estados Unidos transformó por completo la intención primaria de la migración, que pasó de ser un ciclo de trabajadores temporales en ciertas regiones, al establecimiento de casi 11 millones de personas en los 50 estados.

El estudio asevera que, en cuatro años, el gobierno de Estados Unidos invirtió 35 mil millones de dólares en tecnología, vehículos y contratación de agentes y en ese mismo período, la tasa de trabajadores sin documentos se duplicó.

El estudio Why Border Enforcement Backfired? o ¿Por qué la seguridad en la frontera fracasó?, publicado en abril de 2016, revela que el entorno de seguridad militar en la frontera entre México y Estados Unidos tuvo las siguientes consecuencias:

-Transformó la naturaleza de los cruces.
-Incrementó el uso de coyotes o tratantes.
-No incrementó la probabilidad de detenciones
-Sí incrementó el riesgo de muerte durante los cruces en la frontera.

El estudio añade que ese entorno de seguridad:

-No tiene efecto entre quienes intentan cruzar por primera vez.
-Sí inhibió a quienes estaban en territorio de Estados Unidos a regresar.
-El estudio, financiado por Organismos Nacionales de Salud y por la Fundación MacArthur, arroja un aumento en el número de agentes armados en las fronteras aumenta el costo ilegal de los cruces y fomenta un esquema de familias separadas impedidas de volver.

 

Con información de Karla Iberia Sánchez

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