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FAMILIA

La persona más longeva nació en 1896 y continúa con vida

Don Celino nació en julio de 1896 y hoy tiene 121 años con cuatro meses de edad. Se cree que es el hombre más longevo del mundo; es cuatro años mayor que la persona más “vieja” en la Tierra, según el libro Guinness de récords mundiales.

Cuando Celino nació en la ciudad de Río Bueno, a unos 30 kilómetros al sur de Valdivia, Chile, el mundo era muy diferente: los primeros Juegos Olímpicos modernos se celebraron en Atenas, Porfirio Díaz volvía a ganar la presidencia en México y Cuba continuaba con su proceso de independencia de España.

Hoy Celino es casi ciego y no escucha bien. Apenas puede hablar y es cuidado por varias enfermeras que están al pendiente de todas sus necesidades.

Este señor entraría al Libro de Récords Guinness como la persona más longeva del mundo de no ser porque su acta de nacimiento original se perdió hace 20 años durante un incendio en su casa.

Actualmente la única forma de demostrar la avanzada edad de Don Celino es revisando su identificación, misma que indica claramente que su vida comenzó a finales del siglo antepasado.

Por mucho tiempo se pensó que Nabi Tajima, supercentenaria japonesa de 117 años de edad, era la persona con más edad sobre la tierra, pero cuando se descubrió la historia de Celino, todo cambió, pues el chileno es aproximadamente cuatro años mayor que ella.

Debido a su edad, Don Celino recibió en 2016 una nueva identificación que lo certifica como alguien que ha vivido en tres siglos diferentes y, a pesar de que no recuerda mucho de su juventud, el señor sigue teniendo contacto con muchas de las personas que acuden al lugar donde vive para visitarlo, darle regalos y preguntarle cosas sobre su larga vida.

Lo poco que se sabe de la vida de este hombre es que siempre tuvo trabajo como agricultor y que por 30 años laboró en las tierras de un tal Ambrosio Toledo.

Sus cuidadoras indican que cuando Celino cumplió 80 años de edad, Don Ambrosio le quitó su trabajo y le prohibió volver a entrar la tierra que había trabajado por tres décadas porque ya lo había reemplazado por un empleado más joven.

Desde entonces, el supercentenario ha vivido de una pequeña pensión que recibe del gobierno y las pocas cosas que posee han sido donaciones que la comunidad le ha hecho desde que se descubrió su avanzada edad.

 

En toda su vida Celino nunca se casó ni tuvo hijos.

Vía: The Guardian