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ARTE Y CULTURA

La palabra ‘Huracán’ viene de este dios Maya

Los huracanes son fenómenos naturales terribles y poderosos, no es por nada que la palabra que usamos para designarlos sea el mismo nombre que los mayas le daban a uno de sus dioses más importantes.

Así es, la palabra “huracán” es de origen maya. Huracán significa “una pierna” y era el nombre ritual de uno de los dioses creadores del mundo y la humanidad (además de ser el dios del fuego, el viento y las tormentas).

Huracán era un poderoso dios que era representado con cola de serpiente y con aspecto reptiloide. Casi siempre portaba un objeto humeante y una gran corona.

El mito de Huracán

Hurakan: dios maya

Este dios era muy importante, ya que participó en la creación del hombre a partir del maíz. Esta leyenda viene escrita en el Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas quichés:

Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban que cuando amaneciera debía aparecer el hombre. Entonces dispusieron la creación y crecimiento de los árboles y los bejucos y el nacimiento de la vida y la creación del hombre. En las tinieblas y en la noche [se dispuso así] por el Corazón del Cielo, que se llama Huracán. El primero se llama Caculbá Huracán. El segundo es ChipiCaculbá. El tercero es Raxa-Caculbá. Y estos tres son el Corazón del Cielo.

Los primeros que recibieron la tierra fueron los animales, pero estos no pudieron invocar a los dioses. Luego, a partir del lodo, hicieron a los primeros hombres, pero estos primeros hombres no estaban bien, rápidamente se humedecieron dentro del agua y no se pudieron sostener. Así que el Corazón del Cielo decidió deshacer su obra, entonces consultaron a otras divinidades, la abuela y el abuelo, Ixpiyacoc e Ixmucané:

Y dijeron Huracán, Tepeu y Gucumatz, cuando le hablaron al agorero, al sacrificador, que son los adivinos: Hay que reunirse y encontrar los medios para que el hombre que formemos, el hombre que vamos a crear nos sostenga y alimente, nos invoque y se acuerde de nosotros.

Los abuelos aseguraron que si hacían al hombre a partir de la madera, estas nuevas personas podrían hablar y conversar.

De inmediato fueron hechos y estos humanos poblaron la tierra:

Existieron y se multiplicaron; tuvieron hijos, tuvieron hijos los muñecos de palo; pero no tenían alma, ni entendimiento, no se acordaban de su Creador, de su Formador, caminaban sin rumbo y andaban a gatas. Ya no se acordaban del Corazón del Cielo y por eso cayeron en desgracia.

Huracán mandó el gran diluvio universal para destruir a estos hombres de palo, además de que, al perder su estatus de humano, los animales, las ollas, los comales, todo se reveló en su contra. Hasta que fueron erradicados (su descendencia se convirtió en monos, es por eso que los monos se parecen a los hombres ya que fueron los primeros).

Al final se creó al hombre a partir del maíz.

Ahora, todavía recordamos el nombre de esta divinidad… y sí, es en los momentos en que más tememos a la naturaleza.