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CIENCIA Y TECNOLOGíA

La nueva y letal arma que podría dar ventaja a los rusos en las guerras del futuro

La nueva y letal arma que podría darle la ventaja a Rusia: un gas nervioso que se produce en secreto en un laboratorio militar.

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Ahmet Uzumcu, especialistas en armas químicas de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW, por sus siglas en inglés), alertó al mundo del devastador potencial de un nuevo gas nervioso desarrollado por los rusos.

Se trata del agente Novichok, un gas tan potente que no es afectado por el viento, la lluvia o las bajas temperaturas, lo que lo convierte en una de las armas más devastadoras en el arsenal de la Federación Rusa y sus aliados.

Según Uzumcu, el gas fue fabricado en secreto dentro de un complejo militar ubicado en el pueblo de Shikhany, en el corazón del territorio ruso.

Imagen Ilustrativa de un soldado ruso (Pixabay).

En un informe reciente firmado por Uzumcu, se explica que entre 50 y 100 gramos de este peligroso agente fueron usados en el Ataque de Salisbury, en el que el ex espía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia, resultaron afectados en marzo.

Tras el misterioso ataque, los laboratorios de Shikhany fueron demolidos, en un intento por esconder la relación entre el atentado contra Skripal y su hija de 33 años de edad, y el gobierno ruso, sugiere Uzumcu.

Los especialistas en guerra química creen que el agente Novichok podría usarse como un arma en el campo de batalla y no solo para “silenciar” ex espías.

El agente Novichok es tan avanzado, que los sistemas actuales de los países miembros de la OTAN, la alianza de países del Atlántico norte, no tiene sistemas para detectarlo a tiempo, por lo que un ataque con este arma sería imposible de detener.

Los ejércitos de los países miembros de la OTAN, no tienen cómo contrarrestar una guerra química avanzada (Wikimedia Commons).

Los expertos en este tipo de herramientas bélicas creen que el Novichok podría usarse tanto en granadas de mano como en minas, en especial durante operaciones urbanas en los que se requiera eliminar a un enemigo bien atrincherado en edificios residenciales, túneles, búnkers subterráneos o complejos industriales.

Para Uzumcu resulta altamente preocupante que los rusos o sus aliados tengan en su poder un arma como esta pues las fuerzas de la OTAN no tienen los medios para contrarrestarla, mucho menos impedir que el número de víctimas del Novichok crezca una vez que se libere este agente en cualquier punto del mundo.

Actualmente se trabaja en métodos para evitar un ataque de este gas nervioso, pero por el momento, los rusos tienen la delantera en lo que a guerra química se refiere.