Actualmente se habla y se gasta mucha tinta hablando de los millennials –nacidos entre 1981 y 1996–, sin embargo poco se ha dicho de una microgeneración nacida entre 1977 y 1985: los xennials.
Entre los millennials y los xennials existen pequeñas pero significativas diferencias.
En el 2014, Sarah Stankorb acuñó el término en un artículo para la revista Good para describir a un grupo de personas entre la generación X (nacidos entre 1965 y 1980) y los millennials.
De acuerdo con Stankorb, los xennials nacieron analógicos y se convirtieron en digitales; dicho de otro modo, pasaron de los casetes a los discos CD y luego al mp3; así también se incorporaron primero a los chats y después a las redes sociales.
A continuación, mencionamos algunas diferencias que hay entre los xennials y “sus hermanos menores” los millennials.
La crisis económica del 2008 afectó a cada generación de distinta manera: mientras que los millennials estaban por graduarse, lo xennials ya formaban parte de la fuerza laboral de sus países, lo que les causó dificultades para que sus carreras despegaran.
Para los xennials la sociabilización fue distinta. Redes sociales como Facebook no existieron hasta que llegaron a la mayoría de edad o incluso cuando ya estaban trabajando. Por otro lado, para los millennials el contacto por internet fue desde siempre una realidad.
Y hablando de redes sociales y smartphones, los xennials ni siquiera tuvieron celulares en su adolescencia, en aquel entonces todavía era común el uso de líneas telefónicas fijas e incluso teléfonos públicos.
En términos generales se puede decir que los padres de los xennials fueron más relajados que los “padres helicóptero” de los millennials. Los progenitores de los millennials solían estar obsesionados con el éxito de sus niños y hacían todo lo que estuviera en sus manos para que lo lograran.
La actitud de los xennials se encuentran en un punto medio, ni son tan pesimistas como la generación X, ni tienen la confianza de los millennials. Contrario a lo que se pudiera pensar, un estudio del 2016 demostró que los millennials son más optimistas sobre el futuro que generaciones anteriores.
Vía Business Insider
