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HISTORIA

La Castañeda: la historia del temible hospital psiquiátrico

El mítico hospital psiquiátrico ubicado en Mixcoac buscó estar a la vanguardia en la medicina, pero hoy se le recuerda por los abusos que sufrieron sus pacientes

Al surponiente de la Ciudad de México, donde hoy se ubica la Unidad Plateros, se fundó el Manicomio General La Castañeda. Este hospital psiquiátrico buscó estar a la vanguardia en la medicina de su tiempo, pero hoy se le recuerda principalmente por los maltratos que sufrían sus pacientes. Te contamos más sobre su historia a continuación.

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El hospital de La Castañeda fue enviado a construir por Porfirio Díaz durante los últimos años de su dictadura. Cuando se abrió en 1910, se pensaba que llevaría a México a la vanguardia en cuanto a la medicina psiquiátrica.

Sin embargo, se caracterizó más por los maltratos que sufrieron sus pacientes.

 

Por aquel entonces, la psiquiatría era conceptualizada de una forma muy distinta a como se le ve actualmente. De ahí que este hospital recibiera a pacientes que hoy en día sería imposible ver internados.

Dentro de sus amplias salas, La Castañeda retenía por igual a gente con epilepsia, con síndrome de Down, o a enfermos con sífilis. En algunos pabellones incluso se recluían por igual a trabajadoras sexuales y a gente enferma de lepra.

Su diseño era elegante y avanzado para la época. Contaba con 23 pabellones, además de amplios jardines.

Además, La Castañeda tenía con una enfermería, una biblioteca y un cine. En este último, según crónicas de la época, se llegaron a proyectar películas de Charles Chaplin.

La Castañeda contaba con 23 pabellones y cientos de pacientes. (Fuente: INAH)

Sin embargo, en La Castañeda también se practicaban terapia de electrochoques y baños de agua helada. Los pacientes vivían en la inanición y padecían un trato inhumano por parte de los cuidadores y médicos.

Con los años, terminó siendo el lugar a donde podían ir a parar por igual tanto aquellos pacientes que necesitaban un tratamiento psiquiátrico como aquellos que simplemente eran calificados como “indeseables” por la sociedad de la época, como es el caso de las personas en situación de calle y las trabajadoras sexuales.

El maltrato que vivían los pacientes quedó fielmente retratado en las fotografías de la época. En ellas se aprecia a personas vestidas en harapos, desnutridas, marcadas por el abuso y el abandono.

El controvertido hospital fue cerrado en 1968, antes de que se celebraran los Juegos Olímpicos. La demolición de La Castañeda abrió paso a la construcción del Anillo Periférico, así como de la Unidad Plateros.

Imagen del interior de La Castañeda. (Fuente: INAH)

No obstante su historia no terminó ahí. La reconocida fachada del hospital fue trasladada piedra por piedra al municipio de Amecameca, en el Estado de México, por iniciativa del empresario Arturo Quintana Arrioja. Con los años, la fachada del viejo hospital fue escenario de múltiples películas y telenovelas.

Debido a su tétrico legado, este hospital marcado por el oprobio ha sido ampliamente homenajeada en la cultura mexicana. Además de que prestó su nombre al grupo de rock La Castañeda, es el escenario de la novela Nadie me verá llorar de Cristina Rivera Garza.