Kim Kardashian estuvo de visita en Italia esta semana y aprovechó la ocasión para visitar algunos destinos turísticos populares como el Coliseo Romano, y claro, el Vaticano. Pero fue en la Santa Sede donde la modelo dejó algunas miradas atónitas por su opción de vestimenta.
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La socialité fue vista con un revelador vestido de encaje con hombros descubiertos y cortes laterales en la cadera, una creación de la marca mexicana de moda, Barragán.
Kardashian tomó un tour de los museos del Vaticano acompañada por la modelo Kate Moss y su hija de 18 años Lila Grace Moss-Hack, así como su socia Tracy Romulus.
Entre los sitios que visitaron destacó la basílica de San Pedro y la Capilla Sixtina, lugares con un estricto código de vestimenta: nada de prendas sin mangas, ni mini faldas, ni escotes, entre otras restricciones.
Cuando las fotos de Kardashian en el Vaticano fueron compartidas en redes sociales, varios usuarios criticaron a la celebridad de montar un espectáculo obsceno en tierra santa; incluso se difundió el rumor de que fue echada por la seguridad del Vaticano.
Sin embargo, la empresaria aseguró que ella y sus acompañantes se apegaron a las normas:
“No se preocupen, cumplí con el código de vestimenta y estaba completamente cubierta mientras estaba dentro de la Basílica de San Pedro y la Capilla Sixtina”, dijo en su cuenta de Instagram.
En efecto, imágenes muestran a Kardashian vistiendo una gabardina negra en el interior de la residencia del papa Francisco.
“Tuvimos la experiencia más increíble recorriendo la Ciudad del Vaticano. Fue increíble poder ver todo el arte icónico, la arquitectura y las esculturas romanas antiguas en persona, especialmente las obras de Miguel Ángel”, agregó.
