Durante la balacera masiva en Las Vegas, en el momento en el que todos corrían para salvar sus propias vidas, Jonathan Smith corrió en dirección contraria: quería ayudar.
Según el diario estadounidense The Washington Post, Jonathan Smith, un joven afroamericano de 30 años, auxilió a un grupo de mujeres que se encontraban expuestas en el ataque, el peor tiroteo en la historia contemporánea de los Estados Unidos.
Jonathan Smith alcanzó a cubrirlas, aunque, lamentablemente, en su esfuerzo por ayudarlas, recibió un disparo en el cuello.
Después de ser llevado a un hospital, los doctores que lo atendieron opinaron que probablemente lo mejor para el joven sea vivir con la bala dentro del cuerpo ya que temen que una cirugía para retirarla pueda causar un mayor daño.
De acuerdo con testigos del lugar, el joven afroamericano salvó alrededor de 30 vidas, estableciendo su reputación entre la comunidad como un héroe.
