Un caso difundido en medios de comunicación ha provocado la indignación nacional en Estados Unidos. Una niña originaria de República de Guinea en África Occidental pasó 16 años como esclava y realizó trabajos domésticos en la residencia de una pareja en Southlake, Texas, descubrió el Departamento de Justicia.
Mohamed Toure y Denise Cros-Toure, residentes de Southlake, fueron los captores de la joven africana. Las autoridades que investigan el caso creen que la pareja hizo las gestiones para que la víctima viniera desde África Occidental a Estados Unidos cuando tenía apenas 5 años.
Ya en la Unión Americana, la niña fue forzada a realizar labores como lavar, cocinar y cuidar de sus cinco hijos. Pasó por maltratos y no se le permitió asistir a la escuela, señaló el Departamento de Justicia.
Los acusados le exigían que cocinara, limpiara, lavara la ropa, hiciera trabajos de jardinería y pintura, además de cuidar de sus cinco hijos,” se describe en comunicado del departamento donde se cita la querella en contra de los Toure.
La pareja Toure, ambos de 57 años de edad, se presentaron ante una corte federal del distrito del norte de Texas después de ser acusados de someter a la joven inmigrante a trabajos domésticos en contra de su voluntad, por largos periodos de tiempo, sin pago alguno.
Según detalló el Departamento de Justicia estadounidense, la víctima quedó en una situación de indefensión, ya que no hablaba inglés, sufrió maltratos físicos y emocionales, además de que le quitaron su pasaporte. Eventualmente, su visa expiró y se quedó sin autorización en el país.
Se reveló también que el pasaporte de la víctima indica que tenía 5 años cuando dejó su país, destacaron autoridades federales.
Afortunadamente, la joven logró escapar en agosto de 2016 con la ayuda de antiguos vecinos enterados de la situación.
El proceso legal en contra de la pareja continúa: la fiscalía cuenta con 30 días para presentar el caso ante un jurado que decidirá si el juicio procede. En caso de ser condenados, los Toure podrían recibir una pena de hasta 20 años en prisión.
Mientras tanto, la defensa legal de la pareja niega las acusaciones.
Vía Univisión
