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SALUD

Joven de 16 ha tosido cada 2 segundos por meses tras contagiarse de COVID-19

La joven no ha parado de toser cada pocos segundos en 6 meses

Las secuelas físicas y emocionales que deja el COVID-19 representan el más reciente misterio que han tenido que enfrentar médicos y científicos alrededor del mundo. Un caso paradigmático ha ocurrido en España, donde una joven de 16 años no ha parado de toser cada dos segundos desde hace seis meses, cuando contrajo la enfermedad.

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Verena García es una joven de Murcia, España, cuya vida cambió el 27 de octubre del 2020, cuando se contagio de COVID-19. Seis meses después, la enfermedad ha remitido, sin embargo ella debe lidiar con una secuela que ha mermado en su salud emocional: tose cada dos segundos, desde que despierta hasta que se duerme.

Los médicos que la atienden aún no saben exactamente por qué la joven de 16 no puede dejar de toser. Lo que es un hecho es que esta extraña secuela ha dañado su vida social.

La tos la ha obligado a seguir confinada. Debe tomar clases a distancia y rara vez puede salir a la calle. Según dijo, la gente la señala cuando sale debido a esa tos que alarma a los presentes.

“Mi vida cambió completamente, pero todavía no hay un diagnóstico claro. No puedo ir a clase, no puedo ir al cine, no puedo salir con mis amigas a comer, no puede hacer nada”, ha declarado la joven.

(Imagen: Especial)

La hipótesis de los médicos es que se trataría de un problema neurológico. Además de la tos, que solo se detiene cuando ella duerme, Verena sufre dolores musculares y migrañas.

“Al despertarme vuelvo a toser. Tampoco puedo comer en forma normal porque todo lo expulso”, afirma.

Verena se encuentra actualmente en un tratamiento integral, que busca atender su mente y su cuerpo. Según los médicos, la raíz del problema estaría en la orden errónea que el cerebro envía al cuerpo, pidiendo que tosa cuando no es necesario.

Las consecuencias del COVID largo

El llamado “COVID largo” es el nuevo problema que cada vez enfrentan más médicos alrededor del mundo. Las secuelas del coronavirus apenas están siendo estudiadas a profundidad, pero los primeros hallazgos son preocupantes.

Por ejemplo, un estudio publicado recientemente en la revista Nature concluyó que los pacientes de COVID-19 tiene un 60% más posibilidades de morir en los seis meses siguientes a su recuperación. Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron grandes bases de datos de pacientes con COVID-19 y personas saludables.

Entre las secuelas más comunes del COVID-19 se encuentran la tos crónica, la falta de aliento, bajos niveles de oxigenación. Pero estos síntomas no son únicos. Otra secuelas identificadas son ansiedad, depresión, problemas de memoria, migrañas y la pérdida del olfato y el gusto.

Las versiones más agresivas del “COVID largo” estarían relacionadas con enfermedades cardiacas y falle renal.

Con información de El Clarín