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CRIMEN Y SEGURIDAD

Joven de 15 años asesina a toda su familia; le quitaron el internet por bajas calificaciones

  • El joven escondió los cuerpos de su mamá, papá y hermano menor durante tres días, tiempo en el que jugó videojuegos
  • El adolescente mostró una gran frialdad al momento de relatar los hechos

Un joven de tan solo 15 años de edad confesó que el pasado martes 8 de febrero mató a sus padres y a su hermano menor al usar una escopeta de caza, esto en la ciudad de Elche, en España.

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De acuerdo a información de medios españoles que citan a fuentes policiales, el joven de 15 años habría pasado tres días con los cuerpos dentro de su casa y en ese tiempo él no fue a la escuela.

Por su parte, el asesino confeso detalló que en total realizó seis disparos: primeros dirigió dos a su madre y uno a su hermano de 10 años, posteriormente, tres horas después, le disparó a su padre en tres ocasiones cuando llegaba del trabajo.

Con respecto a los motivos que llevaron al menor a matar a toda su familia, fuentes aseguran que, un día antes de los asesinatos, el joven discutió con su madre debido a que le había impedido el acceso al internet, motivada por el bajo rendimiento escolar de su hijo.

Al día siguiente, el martes 8 de febrero, madre e hijo comenzaron a discutir por la misma razón, por lo que el adolescente se encerró en su habitación, tomó la escopeta de caza de su papá y comenzó el ataque sobre su familia.

Tras los asesinatos, el joven escondió los cuerpos en el cobertizo, limpió la sangre de la casa, se bañó y se preparó la cena. Los tres días posteriores los pasó en su cuarto jugando videojuegos y en ocasiones se puso en contacto con amigos, a quienes les decía que estaba confinado por el COVID-19.

El adolescente confesó a su tía el triple asesinato y fue ella quien le dio aviso a la policía.

El relato del joven fue tan minucioso que coincidió con exactitud con la escena que la policía encontró en la casa, de acuerdo a fuentes citadas por el medio El País, al punto que el caso se considera concluido después de que el menor ingresó a un centro de régimen.

Como detalle a destacar es que la narración de los hechos fue fría y en calma, sin señales de arrepentimiento y solo queda pendiente la valoración psicológica del detenido.