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ECONOMíA

Joven desempleado cobra por apartar lugar en las filas de pruebas covid

Las filas son tan largas que a veces solo puede apartar el lugar de una o dos personas

En Argentina, un hombre que se quedó sin empleo tuvo la idea de apartar lugares en las largas filas que se forman en los centro de pruebas covid, claro, a cambio de una compensación económica.

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Así como en México y en buena parte del mundo, la propagación de la variante ómicron ha detonado una ola inédita de contagios en Argentina, por lo que miles de personas acuden cada día a hacerse una prueba para determinar si están infectadas o no.

Un día, Sebastián Pujador, de 29 años de edad, y su tío empezaron a presentar síntomas; fueron a un centro de pruebas (o centro de hisopados, como les dicen en Argentina) y se toparon con una fila bastante larga, “y ahí entre chiste y chiste salió la idea de cobrar por hacer fila”, dijo a un medio local.

Antes de perder su empleo, Sebastián trabajaba de albañil en la ciudad de San Juan. A pesar de todo, su idea le dio la oportunidad para salir adelante en tiempos de escasez. “Peor es robar”, señala. “Lo mío es un trabajo”.

Sebastián indica que cobra 800 pesos argentinos por apartar un lugar, el equivalente a 150 pesos mexicanos. “Hay veces que se avanza rápido y puedo hacer dos o tres personas, pero otras veces sólo logro hacerle a una sola persona la fila“, dijo. Incluso hubo una vez que estuvo 5 horas en fila por una persona.

Sebastián señaló que tiene miedo de contraer la enfermedad y toma las precauciones necesarias, pero por el momento, esta es su única fuente de ingresos.

“Es que hay gente que dice que soy vago o que me aprovecho de la situación, pero yo a esto lo tomo como un trabajo, si no, no tengo para comer.”

Sus servicios se han difundido dentro de su comunidad por redes sociales y en la actualidad, mucha gente lo busca en estos tiempos de contagios elevados.

“Hay gente que llega a hacer la fila con muchos síntomas o no tiene tiempo de esperar tanto. Entonces me busca para que yo haga la fila y ellos llegan cuando estoy cerca de entrar”.

En los días de calor, Sebastián se prepara con suficiente agua y comida. Sin embargo, es un trabajo pesado porque hace las filas a pie. “Peor es no tener trabajo”, señaló.