Inicio  /  Historias
SALUD

Esperar dos horas después de comer para meterse en el agua es innecesario, según experto

La creencia popular es que se debe esperar dos horas antes de bañarse o de entrar a la alberca porque, de lo contrario, puede provocarse un corte de digestión. Sin embargo, según el pediatra y coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría, Gerardo Rodríguez, no es cierto.

Otro mito, según el experto, es que se pueden contraer hongos y otro tipo de infecciones por nadar en las albercas.

“El corte de digestión, también conocido como hidrocución o shock termodiferencial, es un mito”, señala Rodríguez.

No obstante, si es necesario tomar algunas precauciones al asistir a balnearios y otros lugares donde haya albercas.

“Son más peligrosos los adultos que los niños. Un cambio brusco de temperatura o hacer ejercicio físico después de una comida copiosa puede ser perjudicial, por lo que hay que tener cuidado y utilizar el sentido común, pero no es necesario limitar el baño ni prohibirlo”, advirtió el médico.

Con respecto a los hongos, las piscinas no son las culpables. El pie de atleta es un riesgo en cualquier actividad deportiva porque está relacionado con el sudor propio de la actividad física.

Por otro lado, la otitis externa, caracterizada por dolor y flujo en uno o los dos oídos, sí está vinculada con la piscina.

“Se mete en el oído agua donde normalmente no entra y eso sí que es un caldo de cultivo para las bacterias que provocan la otitis externa”.

Afortunadamente, este padecimiento que puede afectar principalmente a niños se puede evitar de manera sencilla con tapones para los oídos.

Un riesgo que sí se debe evitar a toda costa es la lesión de la piel por exposición prolongada al Sol. Aplicarte protector solar puede prevenir quemaduras, ampollas y hasta el cáncer.

Pese a todo, Gerardo Rodríguez considera que son más lo beneficios que los posibles riesgos –casi todos prevenibles– por meterse a la alberca.

“Ir a la piscina o la playa es saludable durante la infancia y la adolescencia ya que aumenta el ejercicio físico, los niños están al aire libre, es un sitio donde hay relación psicosocial y hay descanso”.

Con información de ABC